Siguatepeque, Honduras.
Una bebé de cuatro meses de nacida murió calcinada dentro de su vivienda la noche del lunes en el municipio de Siguatepeque, zona central de Honduras.
Los vientos huracanados que azotaron esa zona provocaron que se suspendiera el fluido eléctrico, por lo que sus padre decidieron encender una vela, cerca de la cama donde dormía la pequeña Jensy Milagros Guerra Flores; sin embargo, la misma cayó sobre el colchón el cual se prendió en fuego.
'Me fui para la pulpería, después nos dijeron que el viento se había llevado el techo de la iglesia, entonces nos fuimos con la mamá de la niña para ayudarles', dijo José Reynaldo, padre de la bebé.
Los jóvenes padres, ambos de 18 años, llegaron a la morgue de Medicina Forense para reclamar el cuerpecito de la recién nacida. Ambos son originarios de El Junco.
'Dejamos a la niña con la hermanita de él de cinco años, pero nunca pensamos que estos nos iba a pasar, estábamos en la iglesia halando cosas, sin saber de esta tragedia', dijo entre lamentos la mamá.
Una bebé de cuatro meses de nacida murió calcinada dentro de su vivienda la noche del lunes en el municipio de Siguatepeque, zona central de Honduras.
Los vientos huracanados que azotaron esa zona provocaron que se suspendiera el fluido eléctrico, por lo que sus padre decidieron encender una vela, cerca de la cama donde dormía la pequeña Jensy Milagros Guerra Flores; sin embargo, la misma cayó sobre el colchón el cual se prendió en fuego.
'Me fui para la pulpería, después nos dijeron que el viento se había llevado el techo de la iglesia, entonces nos fuimos con la mamá de la niña para ayudarles', dijo José Reynaldo, padre de la bebé.
Los jóvenes padres, ambos de 18 años, llegaron a la morgue de Medicina Forense para reclamar el cuerpecito de la recién nacida. Ambos son originarios de El Junco.
'Dejamos a la niña con la hermanita de él de cinco años, pero nunca pensamos que estos nos iba a pasar, estábamos en la iglesia halando cosas, sin saber de esta tragedia', dijo entre lamentos la mamá.
