San Pedro Sula, Honduras.
El vocero de la Policía,
Marlon Miranda, dijo que era un centro de dosificación porque llevaban la droga en bruto y después la iban dosificando para distribuirla, y para eso ocupaban las motocicletas montañesas que encontraron en el narcolaboratorio.
El oficial dijo que en el sitio se escondían los mareros después de cometer un crimen. En el lugar pernoctaban los líderes de la mara que tienen el dominio en San Pedro Sula y otros sitios del país.
El narcolaboratorio y santuario de la mara Salvatrucha que desmanteló la Policía en El Ocotillo era el principal centro de operaciones de esa banda criminal.
Los análisis hechos por la Policía establecen que con el armamento que encontraron en el lugar, los pandilleros tenían la capacidad de matar en un solo ataque a más de 40 policías. En el santuario, montado como los campamentos que hacen los narcos en Colombia, incautaron ocho armas cortas, seis fusiles de alto poder, ocho celulares, 36 proyectiles de diferentes calibres, nueve cargadores de armas de fuego, tres granadas de gas lacrimógeno y siete granadas de fragmentación.
| 491 bolsas con droga. Hallaron 76 puntas de cocaína, cuatro bolsas con cuatro onzas de esa droga, 392 bolsitas de marihuana y otras ocho bolsas con ocho onzas de la hierba.
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Miranda manifestó que las armas y las granadas de humo y fragmentación que decomisaron las ocupaban los mareros para su protección, la del refugio y el narcolaboratorio.
| En el narcolaboratorio hallaron fusiles, granadas y motocicletas.
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“Era una guarida de los líderes de la MS y por eso tenían un perímetro de seguridad a través de dispositivos con el armamento que mantenían y las granadas de fragmentación para reaccionar y atacar en el momento que llegara la autoridad policial u otro grupo contrario”, expresó.
El oficial dijo que ya días la Policía estaba trabajando para ver de qué manera se podía introducir en el lugar montañoso.
“Haciendo el estudio, nosotros creemos que más o menos en el lugar pernoctaban unas 15 o 25 personas, según las tiendas de campaña que había. Ellos estaban en la parte alta y al poder detectar que personas extrañas estaban ingresando tenían la capacidad de hacerle frente a cualquier grupo de personas que pretendiera ingresar en el lugar”, indicó.
Miranda manifestó que al inspeccionar la zona detectaron que los mareros tenían cinco entradas o salidas para el narcolaboratorio a través de motocicletas.
“Es así que ellos al enfrentarse a un grupo contrario podían matar a unas 30 o 40 personas con la cantidad de armas y granadas de fragmentación que tenían”, dijo Miranda.
