Una toma de la carretera CA-5 a inmediaciones del peaje de Zambrano, terminó en el primer desalojo violento por parte de la Policía Nacional.
Un grupo de expolicías, que fueron depurados en 2016, se tomaron la carretera a eso de las 9:00 am de ayer, por lo que se formaron largas filas de vehículos con dirección a San Pedro Sula y viceversa.
Contingentes de varias direcciones de la Policía Nacional se desplazaron al sector y por espacio de dos horas los jefes policiales al mando de la operación sostuvieron diálogo con los manifestantes para que de forma pacífica liberaran el tramo carretero.
Ambos carriles permanecían cerrados con llantas quemadas y una línea de piedras al igual que otros obstáculos que impedían la circulación.
A eso de las 11:40 am, la Policía haciendo uso de la tanqueta empezó a lanzar chorros de agua a los manifestantes, quienes contrarrestaron con palos que portaban y se enfrentaron con los uniformados.
Tras el choque entre los miembros de la Policía y los agentes depurados, varios de los que protestaban en demanda de que se les respeten y restituyan sus derechos laborales, resultaron con agresiones en diferentes partes del cuerpo.
La Policía dice que según el manual de uso de la fuerza no pueden lanzar gas lacrimógeno y el monotiro de hule sirve para realizar dispersiones de multitudes.
Uno de ellos presentaba una herida en el rostro al enfrentarse con los agentes que portaban escudos y toletes, mientras que otro resultó con una herida en un brazo y un tercero dijo que le habían fracturado una pierna.
Los exmiembros de la institución policial denunciaron que les habían lanzado bombas lacrimógenas, por lo que interpondrán la denuncia ante el ataque del que fueron objeto.
El vocero de la Secretaría de Seguridad, comisionado Miguel Martínez Madrid, aseguró que en la protesta por parte de los policías depurados en Zambrano no se lanzó gas lacrimógeno.“Podemos dar fe que no utilizamos gas lacrimógeno, lo que se lanzó fue un monotiro”, detalló.
