1_ Estadísticas de la Policía de enero a septiembre señalan que han destruido 15 narcolaborarios en las plantaciones de los arbustos de hoja de coca.
2_ Las montañas de Colón y Olancho, frontera con La Mosquitia, son las tierras utilizadas para el cultivo de la coca que luego procesan.
San pedro sula. Más de 300,000 arbustos de hoja de coca han sido destruidos por los diferentes equipos antidrogas en lo que va del año.
Las plantaciones han sido descubiertas en su mayoría en montañas de Colón y Olancho, lugares donde se esconden grupos de narcotraficantes.
Según estadísticas de la Policía Nacional han destruido 350,000 arbustos de hoja de coca en diez plantaciones que han sido detectadas en las montañas.
Indican que en las operaciones antidrogas han decomisado 13,720 kilos de cocaína valorados en millones de lempiras tanto en embarcaciones, vehículos y avionetas que aterrizan en zonas de La Mosquitia.
Las unidades de microtráfico que combaten los grupos que se dedican a la distribución de drogas han decomisado 75,232 gramos de cocaína en bolsas pequeñas listas para su venta.
En las plantaciones de arbustos de hoja de coca los grupos de narcotraficantes también instalan narcolaboratorios improvisados para procesar las hojas.
Los agentes han hecho la destrucción de 15 narcolaboratorios. En esas instalaciones decomisan químicos así como utensilios para procesar la hoja de coca la cual es convertida en pasta base para la fabricación de cocaína.
Solo en Colón. Una de las últimas destrucciones de plantaciones y narcolaboratorio fue hecho el 12 de septiembre por agentes de la Dirección Nacional Antidrogas (DPA) en la aldea Las Queseras, de Colón, erradicando 28,000 arbustos de hoja de coca. En la montaña de Las Flores en Colón, el 11 de septiembre, también fue destruida otra plantación con más de ocho mil arbustos de hoja de coca.
El 5 de septiembre, la DPNA destruyó más de 88,000 plantas de coca y un narcolaboratorio en la aldea Boca de Loro en Iriona, Colón. Durante la operación fueron detenidas seis personas que son trabajadores contratados por los narcos para hacer la siembra y cuidarla durante el proceso de crecimiento y luego cortarla.
