Los visitantes que llegan a diario al museo, ubicado en la 3 avenida, entre la 3 y 4 calle noroeste, se asombran con la elaboración que lleva el altar.
El objetivo es rendir honor a los familiares o allegados que han fallecido y de cierta manera es hacerles saber que se les extraña.
Según la tradición en México, cada año los muertos realizan un viaje para visitar a los vivos y son recibidos con festejos, comida y algunos elementos que les
permitirán emprender nuevamente el largo camino de regreso a su lugar de descanso.
Además. El altar que se encuentra exhibido en el Museo de Antropología e Historia cuenta con varios niveles, que incluyen velas, ofrendas, pan de muerto, flores y papel picado en color naranja y morado, que demuestran luto.