El funeral de Katherine, duquesa de Kent, fallecida el jueves a los 92 años, se celebrará el próximo martes, 16 de septiembre, en la catedral católica de Westminster, en Londres, informó este sábado el Palacio de Buckingham.
La víspera, el féretro será recibido en el templo tras salir de la capilla privada del Palacio de Kensington, en una ceremonia reservada a la familia, donde permanecerá en la capilla de la Virgen antes del oficio fúnebre.
El rey Carlos III, la reina Camila y otros miembros de la familia real, de confesión protestante, asistirán el martes a las 13 GMT a la misa de réquiem, que oficiará el cardenal arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, máximo representante de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales, acompañado por el deán de Windsor.
Tras la ceremonia, el féretro será trasladado al camposanto real de Frogmore, en los terrenos del castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de Londres.
Katherine, duquesa de Kent, esposa del duque de Kent y prima política de la difunta reina Isabel II, fue el primer miembro destacado de la familia real británica en convertirse al catolicismo en más de 300 años, lo que marcó su vida personal y pública.
Convertida en 1994, la duquesa, recordada por entregar durante décadas los trofeos en el torneo de tenis de Wimbledon, renunció en 2002 a su título de alteza real para dedicarse a la enseñanza de la música y a labores benéficas.
También conocida como "Kate la compasiva" ("Compassionate Kate") como la apodó la prensa británica, una figura recordada por su empatía y su cercanía en una institución que a menudo proyecta distanciamiento. Para otros, fue la primera en romper paradigmas, por ejemplo, al ser la primera miembro de alto rango de la familia real en hablar abiertamente de salud mental, aparte de su conversión al catolicismo.