Salvadoreña de nacimiento, pero ama a Honduras como si hubiera nacido en esta tierra. La directora, maestra y coreógrafa del Centro Contemporáneo de Danza (CCDanza), Flor Alvergue, le abrió un espacio en su apretada agenda a Vivir en Rosa para contar detalles de su mayor pasión en la conmemoración del Día Internacional de la Danza que se celebra el 29 de abril.
 |
Sus inicios. Desde pequeña le gustó bailar y declamar; su madre, una persona perseverante, la inscribió en la Escuela Nacional de Danza cuando Flor tenía diez años. Allí bailó durante tres años y aborreció el ballet, todo por no sentir que encajaba en ese mundo.
Cursó sus estudios secundarios y universitarios, pero a los 20 años su talento dormido despertó y esa pasión por la danza no tiene explicación. Su maestra fue la argentina Alcira Alonso, quien le ayudó a crecer en el ballet como en la danza moderna y la española.
Con el tiempo, Alonzo y Flor se reencontraron y fue entonces cuando aprendió el sistema inglés y comenzó su estudio sistemático de la danza.
No obstante, los problemas y la guerra civil que estaba atravesando su país natal la hicieron emigrar a tierras catrachas junto con su hija Andrea Alvergue en 1989. La recordada dama Rosario Chávez de Ruiz le brindó la oportunidad de demostrar y enseñar su talento a los hondureños en la Academia de Bellas Artes. En 1997 fundó su propia escuela, donde desde entonces, con disciplina y mucho amor, ha enseñado la danza a decenas de hondureños.
 |
El gran camino recorrido. Entre los 24 y 25 años realizó su primer espectáculo inspirado en el compositor Johann Sebastian Bach, en la que utilizó a cuatro bailarinas para la presentación y se ganó el aplauso de los espectadores. Fue ese momento cuando se dio cuenta de que podía ser una buena coreógrafa.
En 1991 compitió en Guatemala, donde interpretó la historia del pueblo garífuna cuando salió de San Vicente y llegó a las costas de Honduras. Con la interpretación “Yita” ganó el segundo lugar a nivel centroamericano.
En 1992, el Ministerio de Cultura de Tegucigalpa le aprobó producir una obra sobre Francisco Morazán titulada “Ese mortal llamado Morazán”, ambos eventos contaron con la música del recordado intérprete Guillermo Anderson.
El 2003-2004 se realizó la producción entera de “Cascanueces”, otro espectáculo que ha llenado de satisfacción a Alvergue, el cual se presentó durante dos años seguidos. Cada año hace dos presentaciones en San Pedro Sula, donde muestra el trabajo que arduamente realiza con los niños y jóvenes.
 |
La escuela. El Centro Contemporáneo de Danza es el único centro oficial de exámenes del Royal Academy Of Dance de Londres en Honduras, la cual hace válido el diploma en más de 70 países para poder continuar los estudios en la danza.
Sus alumnos le han dejado una satisfacción personal y el interés que muestran en cada presentación la hace sentirse realizada. El mayor logro que dejará en sus bailarines es hacer que sean mejores personas en la vida, sensibles al medio ambiente, nunca ha aspirado a dejar bailarines a granel.
Su enorme talento no ha pasado desapercibido. CCDanza y Flor Alvergue han sido homenajeados y premiados en varios eventos culturales y sociales.
