Moda y belleza
Tegucigalpa, Honduras
Después de tantos meses de preparativos, la boda de Adriana Corrales y Xavier Lacayo fue una espléndida velada para selectas relaciones sociales.
El fresco clima de El Hatillo recibía a rostros de la sociedad en la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón donde la pareja había decidido contraer nupcias con la bendición del padre Federico Arbizú. En primera fila estaban los padres de los contrayentes Luisa y Leonel Lacayo y Gloria y José Corrales, orgullosos por la bendición que daba el sacerdote a sus hijos.
Cada espacio estaba colmado de gente muy elegante que acompañó a Adri y Xavi en el gran día. Ella estaba hermosa con el audaz diseño en tul de tonalidad vintage rebordado con flores 3D y pedrería que escogió del catálogo Otoño Invierno 2017 de la diseñadora israelí Inbal Dror para ser una novia diferente a lo que se ve en cada enlace.
Tras el casamiento, en el parque del Picacho y a los pies del Cristo de Tegucigalpa se ofreció la recepción que comenzaba antes de que los últimos rayos del sol dijeran adiós. Ahí, la madre de la novia, fue artífice de los detalles decorativos, ya que fungió como organizadora de la boda. Leonte Rueda creó los arreglos con mucho verde y flores propias de la primavera.
Los diferentes niveles del patio fueron ambientados con toldos translúcidos y sillas invisibles y negras que dieron distinción a la velada.
El disyóquey Bishop llegó desde San Pedro Sula para alegrar la noche. Cruzardi dispuso el banquete que fusionó irresistibles manjares. A la medianoche se obsequiaron frazadas para aquellos a los que el fresco clima de montaña podría sorprender. La boda Lacayo Corrales duró hasta el amanecer y al día siguiente, Adriana y Xavier se fueron a disfrutar de los hermosos parajes de playa en la Riviera Maya y Tulum en México. Su residencia la fijaron en San Pedro Sula.
Jessica Kattán y Andrés Albir.
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Elisa y Alejandro Rishmawy.
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Frank y Cinthia Ramírez.
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Alicia y Omar Monterroso.
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