Tras la interpretación de El soldado ausente, Porque la noche no es eterna y La chica del central, el público que asistió a la séptima edición de Nocturnal de Gala Tributo a Honduras se llenó de euforia, aplaudió jubiloso y pidió otra.
Omar Mendoza, Alberto Valladares, Víctor Donaire, Mario Henríquez, Herbert Ríos y Tony Sierra, hicieron recordar tiempos pasados cuando integraron los grupos Jet y Speed. Los seis artistas se presentaron el miércoles en el teatro José Francisco Saybe, como los Jetspeed.
Aunque no cantaron otra melodía, protagonizaron uno de los momentos cumbres del espectáculo organizado por la revista Nocturnal, que este año cumplió su primer década de publicación. Como el lema de Nocturnal de Gala lo dice, Rescatando lo nuestro, los Jetspeed compartieron con las nuevas generaciones esa pieza excepcional escrita por Víctor Donaire, El soldado ausente, estrenada en diciembre de 1969, año de la guerra entre Honduras y El Salvador. De Roberto García (integrante de Los Rangers de Tegucigalpa), el sexteto interpretó La chica del Central (referencia al instituto Central Vicente Cáceres). Y de Alberto Valladares sonó Porque la noche no es eterna, tema popularizado por los Speed en 1974.
Desde Tegucigalpa llegaron los integrantes de Ministerio de Amor y Fe, quienes demostraron con calidad su trayectoria de 30 años e interpretaron a capella temas con sabor catracho como Flores de Mimé, Candú, El bananero y Corrido a Honduras. El color, el ritmo de los tambores y los movimientos de cuerpo del grupo Lumalali Garífuna transmitieron toda la energía de esta cultura al protagonizar Garinago.
Como siempre, Moisés Canelas se ganó al público con su voz. Pero antes se habían presentado el pianista Sergio Suazo acompañado por la transparente voz del tenor Carlos Romero; Jireh Wilson, la joven Natalia, el violinista ángel Ríos con Zorzales de Sula, Censea y la compañía de danza Son Cinco.