Aunque la ley no los ampara, los taxis vip cada vez ganan más terreno entre los sampedranos, que los prefieren porque dan un servicio diferente a los otros y con mayor seguridad.
Son unidades modernas, climatizadas y limpias, cuentan con la opción de pagar con tarjeta de crédito, debito o transferencia y sobre todo por la seguridad que ofrecen por medio del registro virtual en el celular.
Los carros particulares no cuentan con números como los taxis tradicionales y son modelos recientes.
Las aplicaciones móviles que ofrecen el servicio de transporte con mayor demanda en San Pedro Sula son el Uber y el InDrive, las cuales tienen sus diferencias tanto para los conductores como para los pasajeros.
Ambas empresas no cuentan con oficina física, los conductores interesados en trabajar con ellos hacen el trámite por medio de la misma aplicación.
Alfredo Cerros:
“Muchos lo hacen por la inseguridad, pero sancionamos este tipo de unidades”.
Deben tomar fotografías a su licencia de conducir, a su DNI original, una foto del conductor y del vehículo y adjuntar los antecedentes policiales. Uber también exige los documentos antes mencionados; pero suman los antecedentes penales como requisito primordial para ser conductor.
En InDrive, el pasajero pone el precio de la carrera, pero el mínimo es L70. “Si su precio es bueno, se tarda de 20 a 30 segundos en que un conductor acepte la carrera. En un radio de tres kilómetros andan hasta 10 carros”, contó Joel Umaña (28 años de edad), quien es ingeniero mecánico, labora en una empresa en Choloma y por la noche trabaja como taxista en Uber y en Indrive.
En InDrive, el 100% de la carrera es para el conductor. En cuatro años, la empresa ha intentado cobrar comisión varias veces; pero los taxistas se oponen.
En el caso de Uber, la empresa pone el precio de la carrera al pasajero y al conductor le cobra entre el 20% al 30% del total de la carrera.“Al pasajero le cobra por kilómetro y por horas (horas bajas y horas picos)”, dijo.
Umaña indica que con la pandemia, estas aplicaciones aumentaron y son un recurso para quienes quieren una entrada extra de dinero.
La multa que aplica el IHTT a este tipo de unidades es de L11,000 porque no tienen permisos.
Estima que un 50% de los conductores tienen otro trabajo. Gina Velásquez es usuaria de Uber y compartió que por recomendaciones de una amiga comenzó a usar el servicio y le ha gustado por las bajas tarifas y por la seguridad que ofrece.
“Queda el registro, aparece la placa, la foto del conductor, uno puede enviar la ubicación, a veces hacen promociones”, indicó Velásquez. En 2020, el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT) calculaba que en la ciudad operaban unos 3,500 taxis vip.
De forma legal, es decir que cuentan con su permiso y pagan impuestos, hay registrados unos 18,000 taxis, de los cuales 5,200 son de San Pedro Sula. Henry Rodas, presidente de la Cooperativa de Transporte Taxista Hondureño Limitada (Cotaxihl), dijo que este tipo de taxis son competencia desleal para quienes sí pagan impuestos, cuentan con permisos y placas de alquiler.
“Todos los días entran nuevos carros particulares a ‘taxiar’, las autoridades deben hacer su trabajo. A uno lo sanciona la Policía, Transporte, pero los ilegales andan polarizados en carros particulares y no los multan”, señaló.
Rodas calcula que si son 5,200 taxis legalizados, hay el doble ilegales. Alfredo Cerros, delegado regional del IHTT, declaró que la ley de transporte solo incluye los taxis ejecutivos (que sí tienen placas de alquiler y número) y no los vip (Uber, InDrive o cualquier otro igual). Por eso al encontrar este tipo de unidades, son sancionados.