La Policía Nacional, a través del Programa de Educación y Entrenamiento en Resistencia a las Pandillas (Great), en colaboración con la Unidad Metropolitana de Prevención 5 (Umep N-5), llevó a cabo una exitosa clausura de estudiantes.
El evento marca un hito importante en los esfuerzos por ofrecer a los jóvenes de la región norte, herramientas efectivas para prevenir la violencia y el involucramiento en actividades criminales.
El Programa Great es una de las estrategias más destacadas implementadas por la Policía Nacional en la lucha contra las pandillas y maras, con un enfoque educativo y preventivo.
A lo largo de este programa, 128 niños y niñas de cuarto a sexto grado de primaria de un centro educativo de San Pedro Sula, fueron capacitados, participando activamente en una serie de actividades interactivas y charlas impartidas por funcionarios policiales.
Capacitación integral para la prevención de la violencia
El programa ofreció una capacitación integral que no solo se centró en evitar la vinculación de los niños con estructuras criminales, sino que también les brindó una formación en valores y principios fundamentales para su desarrollo personal.
Las enseñanzas incluyeron el fortalecimiento de la autoestima, la importancia del respeto mutuo y el fomento de una convivencia pacífica.
A lo largo del curso, los menores fueron estimulados a reflexionar sobre su propio comportamiento y cómo este impacta en su entorno social y familiar.
Uno de los aspectos clave de la formación consistió en preparar a los jóvenes para resistir la presión de los grupos delictivos que buscan atraerlos hacia actividades ilícitas.
Los instructores enseñaron a los niños y niñas a identificar las estrategias utilizadas por las pandillas para reclutar nuevos miembros y cómo responder de manera efectiva sin ceder a la presión.
Además de los aspectos relacionados con la resistencia a las pandillas, el programa también abordó otros temas de suma importancia para el bienestar integral de los participantes.
Uno de los temas centrales fue la importancia de la denuncia, enfatizando el rol fundamental de los jóvenes en la construcción de una comunidad segura.
Los menores aprendieron que, a través de la denuncia de actividades delictivas, pueden contribuir a la protección de sus propios derechos y los de sus seres queridos, ayudando a desmantelar estructuras criminales que afectan a sus barrios y comunidades.
Las autoridades policiales informaron sobre los efectos negativos del consumo de sustancias ilícitas, no solo en la salud física y mental, sino también en el impacto que tiene sobre el futuro de los jóvenes y sus oportunidades en la vida.
Las charlas incluyeron testimonios de personas que han experimentado en carne propia las consecuencias de las adicciones, generando conciencia sobre los riesgos que implica el consumo de drogas y ofreciendo alternativas saludables para el ocio y el desarrollo personal.
Durante la ceremonia de cierre, se entregaron diplomas a cada uno de los participantes, en reconocimiento a su empeño y su disposición para aprender y crecer en un entorno libre de violencia.
Impacto del programa en la comunidad
La implementación de este tipo de programas ha tenido un impacto directo en la comunidad, y en particular en el valle de Sula, una región que históricamente ha enfrentado desafíos relacionados con la violencia juvenil y la presencia de pandillas.