12/01/2025
06:16 PM

Niño que estuvo tres años en cuidados intensivos es dado de alta

    San Pedro Sula, Honduras.

    Durante tres años y cinco meses, el pequeño Jesster Mauricio Pérez Regalado vivió rodeado de monitores, sondas, jeringas y ventiladores mecánicos. En ese tiempo permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula, debido al síndrome de Guillain-Barré.

    A sus cuatro años y nueve meses, Jesster fue dado de alta, por fin conocerá su casa y tendrá contacto con otros niños. Ingresó al Seguro Social cuando tenía 18 meses. Todo comenzó un sábado con una simple gripe y, al día siguiente, presentó fiebre, recuerda su madre Ingrid Regalado (de 22 años).

    “El lunes que madrugamos para traerlo a la emergencia del Seguro Social él ya no podía mover una piernita. Acá, la enfermedad progresó, a pesar de que estuvo hospitalizado y le pusieron la inmunoglobulina. Estuvo un día en emergencia y luego fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos”, contó la mamá del pequeño.

    Impaciente por salir y sentado en su silla de ruedas lucía una gorra del Marathón, equipo al que es aficionado y cuyo amor ha sido alimentado por una de las licenciadas en Enfermería que lo cuidaba. Jesster dijo que admira a Lionel Messi, del Barcelona, y a Carlos el Chino Discua, de su querido Monstruo Verde.

    Durante su estancia en el Seguro Social salió dos veces: la primera a un parque ubicado atrás del IHSS y la segunda a presenciar un partido del Marathón.

    Melvin Mauricio Pérez (de 25 años), padre del niño, es un obrero de maquila que labora bajo la modalidad de 4x4, quien junto con la madre del menor no se despegó de la cama donde permanecía acostado su hijo.

    Recuperación.

    Gina Grande, gerente de Pediatría del hospital regional del IHSS, explicó que el síndrome de Guillain-Barré lo adquirió a raíz de una infección viral. “Como centro le hemos ofrecido todo lo que el niño necesitaba para que pueda tener una vida lo más normal y apegado a lo que establece la sociedad. Lo tuvimos más de tres años debido a que hicimos intentos de todo tipo con todo tipo de terapias con la intención de que recuperara todas sus funciones básicas. Tiene una cognición íntegra, es un niño muy inteligente”, informó la pediatra.

    Los médicos y enfermeras se convirtieron en su familia, ya que los únicos que podían ingresar a la sala a verlo eran sus padres y sus abuelos. “En el caso de un síndrome de Guillain-Barré, que causa una debilidad generalizada de origen ascendente, se inicia usando inmunoglobulina humana en las dosis establecidas por el neurólogo. La misma debilidad impide que respire por sí solo y, en el caso de Jesster, fue una enfermedad muy agresiva que lo dejó encamado y con un ventilador mecánico”, explicó Grande.

    El tiempo de recuperación de un paciente afectado por esta enfermedad es de entre cinco y siete días, pero por la agresividad con que atacó a Jesster tuvo que permanecer más de tres años.

    Debido a que sus piernas se atrofiaron, Jesster tendrá que estar en una silla de ruedas.

    “Gracias a Dios tenemos un lugar adecuado para que él esté en la casa. Los insumos médicos los tendremos gracias al Seguro Social. Vamos a seguir luchando y tenemos fe en Dios que dejará el ventilador mecánico. Hemos recibido muchas ayudas”, expresó Melvin Pérez, padre del niño.

    El Seguro Social invirtió en la recuperación del pacientito unos 20 millones de lempiras.