06/12/2025
11:44 PM

Un monumento en memoria del tren en San Pedro Sula

Aún quedan estructuras que evocan en silencio la época cuando las locomotoras se abrían paso hacia el muelle.

    San Pedro Sula.

    Como un monumento a la época gloriosa del tren, permanece al margen de la autopista del norte, a la altura de Río Blanco, una enorme estructura de metal oxidada que reta a la imaginación.

    Muchos la ven, pero no saben que esa era una máquina para clavar pilotes a fuerza de energía de vapor, dice Joaquín Galindo, quien vivió cerca de la línea férrea en sus años de infancia.

    A esa maquinaria le llamaban El Mico, se encargaba de hincar los pilotes que sostenían los puentes del tren como el de Bermejo y Río Blanco, dice Joaquín, quien es hijo de “Chando” Galindo, conocido por los viejos sampedranos por haber sido el primer propietario de un “yonker” en la ciudad.

    El armatoste de hierro permaneció por mucho tiempo en el round house del Ferrocarril, pero hace unos veinte años fue trasladado, a través de la línea férrea, al lugar donde ahora se encuentra.

    Las máquinas más pesadas hacían temblar los puentes, construidos sobre pilotes, cuando corrían rumbo a los muelles en donde descargaban los racimos de bananos y otros productos de exportación.
    Frente al mismo hay tres barracones de madera en los que funcionaban oficinas del Ferrocarril y que ahora son alquilados por personas particulares para vivir.

    Muchas de las pieza de El Mico y otras que quedaron al margen de la línea férrea, desaparecieron por el latrocinio de la gente que las hurtaba a medianoche para venderlas a empresas fundidoras, dijo Kendra Rodríguez, quien vive en uno de esos barracones.

    A lo largo de la línea férrea también han quedado abandonadas enormes plataformas de hierro que eran remolcadas por las locomotoras del tren, cargadas de madera y otros productos de exportación.

    A inmediaciones del barrio Las Acacias, también había una enorme balanza sobre la línea férrea, en la que se pesaba la carga que transportaba el tren, como el maíz exportado por la empresa Alcon, según dijo Galindo.

    Estas y otras reliquias que bien podrían ser reunidas para formar un museo ferroviario como el de El Progreso, Yoro, fueron robadas, lamentó.