San Pedro Sula, Honduras.
La nueva seguridad del hospital Mario Rivas ya tiene identificadas a las personas que se dedicaban a cometer actos ilícitos dentro del centro antes de la intervención.
Según el coronel Saúl Carrillo Velásquez, miembro de la comisión interventora, ya tienen identificadas a tres personas de una banda que operaban dentro del Mario Rivas, contactando personas para venderles ataúdes.
Y además, supuestamente, según denuncias, desconectaban a los pacientes para hacer más rápida la venta.
“Las personas que han sido identificadas se percatan del seguimiento que se les está dando y se vuelven escurridizas, por lo que aún no se les ha probado ningún acto ilícito”, manifestó.
A raíz de las denuncias de posibles víctimas se lograron imágenes de los miembros de esta banda, las que aún no se pueden dar a conocer para no entorpecer las investigaciones, agregó Carrillo.
El coronel reveló que la banda ha cambiado el personal al verse acorralada.
“Antes de la intervención operaban abiertamente en el hospital, cuando llegamos se ausentaron. Al verse identificados cambiaron a las personas, pero ahora en las todas las salas hay vigilancias”.
El acceso a las salas y demás áreas del centro médico ha sido restringido, luego que el mes pasado se instalaran 90 elementos militares divididos en dos turnos.
“Toda persona que no tiene nada que hacer en una sala se saca. También se sacó a un otro grupo de personas que se dedicaba a alquilar hamacas alrededor del edificio, y otros que rentaba camillas dentro del centro”, concluyó.
Las autoridades de Salud alertaron antes de la intervención que el crimen organizado tenía secuestrado el hospital, incluso no se podía entrar al cuarto piso por temor a ser asaltados. El personal y familias de pacientes pasaban en zozobra.
Reunión
La comisión interventora se reunió ayer con miembros de la sociedad civil y Fundación del Mario Rivas para informar sobre la problemática del hospital, donde surgieron puntos claves, entre los que sobresalen carencia de medicina y materiales, equipo médico en mal estado, inseguridad y el colapso de toda la red periférica de salud.
Según Lenín Palencia, miembro de la junta, la segunda fase consiste en la definición del plan de largo plazo, que involucra la descentralización de la administración y el presupuesto del Mario Rivas
La nueva seguridad del hospital Mario Rivas ya tiene identificadas a las personas que se dedicaban a cometer actos ilícitos dentro del centro antes de la intervención.
Según el coronel Saúl Carrillo Velásquez, miembro de la comisión interventora, ya tienen identificadas a tres personas de una banda que operaban dentro del Mario Rivas, contactando personas para venderles ataúdes.
Y además, supuestamente, según denuncias, desconectaban a los pacientes para hacer más rápida la venta.
“Las personas que han sido identificadas se percatan del seguimiento que se les está dando y se vuelven escurridizas, por lo que aún no se les ha probado ningún acto ilícito”, manifestó.
A raíz de las denuncias de posibles víctimas se lograron imágenes de los miembros de esta banda, las que aún no se pueden dar a conocer para no entorpecer las investigaciones, agregó Carrillo.
El coronel reveló que la banda ha cambiado el personal al verse acorralada.
“Antes de la intervención operaban abiertamente en el hospital, cuando llegamos se ausentaron. Al verse identificados cambiaron a las personas, pero ahora en las todas las salas hay vigilancias”.
El acceso a las salas y demás áreas del centro médico ha sido restringido, luego que el mes pasado se instalaran 90 elementos militares divididos en dos turnos.
“Toda persona que no tiene nada que hacer en una sala se saca. También se sacó a un otro grupo de personas que se dedicaba a alquilar hamacas alrededor del edificio, y otros que rentaba camillas dentro del centro”, concluyó.
Las autoridades de Salud alertaron antes de la intervención que el crimen organizado tenía secuestrado el hospital, incluso no se podía entrar al cuarto piso por temor a ser asaltados. El personal y familias de pacientes pasaban en zozobra.
Reunión
La comisión interventora se reunió ayer con miembros de la sociedad civil y Fundación del Mario Rivas para informar sobre la problemática del hospital, donde surgieron puntos claves, entre los que sobresalen carencia de medicina y materiales, equipo médico en mal estado, inseguridad y el colapso de toda la red periférica de salud.
Según Lenín Palencia, miembro de la junta, la segunda fase consiste en la definición del plan de largo plazo, que involucra la descentralización de la administración y el presupuesto del Mario Rivas