En una ceremonia llena de felicidad, solidaridad y amor, fue galardonada con el Premio Quetglas 2024, un reconocimiento a la caridad hecha persona, la fundación Luis Braille de esta ciudad, la cual acompaña a las personas beneficiarias en su ciclo de vida con proyectos de mejoras continuas sostenibles para alcanzar la inclusión social y la prestación de servicios.
Dirigida por Rubén Vásquez, director del centro y quien ha realizado una lucha incansable por el mismo, la institución es desde hace 36 años la única que brinda educación gratuita formal a persona no videntes en la zona noroccidental, desde donde ayudan a decanas de niños, jóvenes y adultos con ceguera.
“Estamos muy felices, no hay palabras para agradecer este gran reconocimiento. Damos las gracias a la fundación de Obras Sociales Vicentinas (Osovi) por tomarnos en cuenta este año y permitirnos llevarnos este premio”, dijo Vásquez tras la velada.
Lamentó que a pesar de ser una proyecto funcional y muy importante, la Luis Braille no ha recibido el apoyo del Gobierno, por lo que recordó que en muchas ocasiones han estos a punto de cerrar funciones por falta de fondos.
A un paso de ganar el premio se quedaron la fundación Warrios Zulu Nation Honduras, co-fundada por Kelvin Enamorado y Guala, de donde es parte Melvin Cruz, ambos chicos con obras sociales ejemplares que influye de manera positiva en la vida y entorno de los menos favorecido.
Cada unos de los tres finalistas al Premio Quetglas 2024, recibió una donación de fondos para que puedan continuar trabajando con su iniciativa y así llegar a muchas personas personas que lo necesitan.
“Es una alegría estar acompañado de tanta gente buenas, que colabora y participa en los Premios Quetglas, que como saben quiere ser un homenaje para aquellas personas que de forma anónima hacen muchas cosas magníficas y buenas por los demás. Es bonito sacar a la luz el bien que se hace”, refirió el arzobispo Vicente Nacher, expresidente de Osovi.