San Pedro Sula
Líderes comunitarios y afectados por la tormenta tropical Sara expresaron su rechazo el lunes a los intentos de proselitismo que han tenido lugar en los albergues sampedranos.
Durante un recorrido realizado por el equipo de LA PRENSA, Rony Paguada, encargado del albergue habilitado en la escuela Altagracia Sánchez, sector Rivera Hernández, pidió que se respete la dignidad de las personas.
El líder comunitario contó que comenzaron a recibir familias afectadas desde tempranas horas del sábado y ayer seguían llegando más personas.
Paguada agradeció el apoyo que han recibido por parte de autoridades locales, el sector privado, sociedad civil, organizaciones sin fines de lucro e instituciones como Copeco, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y la Secretaría de Salud. No obstante, pidió a las personas que tengan el deseo de apoyar que “no tomen fotos”.
Aunque no especificó nombres, Paguada dijo que saben que muchas familias fueron afectadas por la tormenta y “hay personas que vienen a querer hacer política con eso”.
“Eso no lo estamos permitiendo. Todas las ayudas y toda la colaboración bienvenidas sean, pero sin fotos, porque queremos proteger la dignidad de las personas”, dijo. Lo mismo expresó Silvia Perdomo, de la aldea El Carmen, quien indicó que en días recientes un candidato a alcalde llegó al albergue en el centro de alcance juvenil “a querer tomarse fotografías con la gente, pero con las manos vacías”.
Perdomo hizo un llamado a autoridades y el sector privado para apoyar a las 12 familias que aún están en el albergue porque “perdieron todo”, pero también pidió que “no se juegue con la dignidad de la gente”. En tanto, María Figueroa, quien salió de emergencia junto con su tía de 81 años, su hija y nietos, exigió soluciones para la colonia Flor de Cuba.
El sábado, Figueroa tuvo que dejar todo atrás para salvar su vida y la de su familia. “Me temblaban las manos, se me subió la presión y mi viejita venía llorando, no sacamos nada”, comentó. A su vez, reclamó que la Flor de Cuba ha sido una colonia olvidada por muchos años, donde hay calles intransitables, por lo que pidió a las autoridades que se acuerden de ellos. Así como esta familia, más de 80 permanecen en albergues, sobreviviendo con las ayudas que llegan y esperando que el agua baje para regresar a sus casas.