De cada 100 pacientes que acuden al hospital Mario Rivas por diferentes condiciones, a más de 25 se les diagnostica diabetes, una epidemia silenciosa a nivel mundial.
A raíz de los múltiples casos complicados de la enfermedad, el llamado “pie diabético”, el hospital sampedrano reinauguró una clínica interna para asistir a los pacientes en jornada matutina y vespertina.
Carol Serrano, médica experta en esta área, dijo que de 2 a 3 pacientes nuevos al día ingresan por emergencia de cirugía por complicaciones relacionadas a pie diabético.
El equipo de médicos vasculares evalúan al paciente para determinar arteriopatía (estrechamiento de las arterias en las piernas con disminución del flujo sanguíneo, lo cual puede lesionar nervios y otros tejidos) o neuropatía diabética y así determinan qué proceso van a realizar, su traslado a la clínica de pie diabético y si requerirá hospitalización.
La mayoría de estos pacientes son conscientes que tienen diabetes y las complicaciones son parte de un autodescuido. Muchos en estadios tempranos se recuperan tras una limpieza, pero un 50% solo queda una amputación mayor en quirófano.
Los detonantes para enfermar por diabetes son un estilo de vida sedentario, mala dieta, que en Honduras es alta en carbohidratos y no contribuye, pues hay muchos productos de harina o fritos.
Juan Argueta, jefe de cirugía vascular del Mario Rivas, dijo que antes de la pandemia 23 pacientes de cada 100 atendidos en el Rivas eran diagnosticados con hiperglicemia tras exámenes y hoy eso ha aumentado.
“Casi el 90% de los pacientes que se presentan con una lesión en su pie son diabéticos”, comentó. El galeno destacó la accesibilidad para hacer cirugías y mejorar la circulación de los miembros del cuerpo para evitar las amputaciones, algo que antes no existía.
Diego Rojas, especialista en cirugía vascular, detalló que la intención es rescatar el pie del paciente con revascularización para mejorar la irrigación en esa pierna, aplicando técnicas mínimas invasivas; sin embargo, el hospital no hace cirugías de este tipo tan frecuente, pues el centro asistencial no compra los materiales, pero cuando el paciente los adquiere se hace el procedimiento. “Consiste en meter catéter a través de las arterias para impermeabilizar y que llegue más sangre al pie”, finalizó.
