La sampedrana Marcela Fernández y el padre de origen español Patricio Larrosa se alzaron la noche de ayer con el Premio Quetglas 2023, gracias a su labor de servicio y su entrega con los más necesitados.
Marcela Fernández (2023) Proyecto Uremu
Padre Patricio Larrosa (2023)
Fundación Acoes
Ana Cruz (2022)
Asociación Calidad de Vida
Aura Martínez (2021)
Fundación Azalea
Guadalupe Sánchez (2020)
Fundación Cepudo
Gloria López (2019)
Programa de rehabilitación
Doris Fonseca (2018)
Manos Amigas para Bendecir
Olga Zelaya (2017)
Fundación Casayuda
Chester Thomas (2016)
Proyecto Aldea Global
Alberto Gauci (2015)
Diversas fundaciones
Astrid Panting (2014)
Fundación A-Tuto
Por primera ocasión en diez años, la fundación Obras Sociales Vicentinas (Osovi) galardonó a dos ganadores; además de entregar un premio en efectivo y medalla a cada uno de los cuatro finalistas.
“He encontrado en Honduras mucha gente que quiere ayudar. En esta noche que tendría que haber muchas en todo el mundo, damos las gracias a Osovi por promover este sentido de ayudar al prójimo”, dijo Larrosa tras recibir su galardón, esto debido a su compromiso social por medio de su fundación Asociación Colaboración y Esfuerzo Honduras (Acoes).
Marcela Fernández, fundadora de Proyecto Uremu, organización dedicada a la enseñanza de la música a niños y jóvenes que residen en zonas de riesgo, dijo que su objetivo es continuar sembrando el amor por la música en todos los menores que no tienen las mismas oportunidades debido a sus limitantes económicas, pero que tienen el deseo de salir adelante. “Por medio de la música podemos encontrar muchas oportunidades y yo soy un ejemplo de ello”, expresó Fernández.
Junto a ellos figuraron como finalistas Soledad Donaire, quien es la fundadora de Eagle & Orange Fundation, un centro de aprendizaje para niños con capacidades especiales, y Jenny Mains, quien junto con su esposo crearon la organización social CRC We Care! We Share! Los ganadores recibieron un premio en efectivo de $4,000 más una medalla de reconocimiento, mientras que al resto de las finalistas se les entregó $2,500 dólares más medalla.
Labor
Rescatar a los grupos de la sociedad menos favorecida es la misión principal de Osovi, fundada en 1995 por el padre Antonio Quetglas (QDDG).
Durante su labor en la diócesis de San Pedro Sula, el clérigo siempre observaba a niños, jóvenes, adultos y mujeres que permanecían en las afueras de la catedral con evidentes problemas de drogas y alcoholismo, todo eso lo llevó a reflexionar sobre lo que podía hacer para ayudar a todas esas personas.