Erick Arnaldo García (40) perdió la movilidad en sus piernas luego de ser atropellado en el centro de la Capital Industrial, un hecho lamentable que lo llevó a la separación con su pareja y a la mendicidad en las calles.
Aunque este hombre es originario de Tegucigalpa, ha vivido casi toda su vida en San Pedro Sula.
Hace 5 años dos carros chocaron, y uno salió disparado a la acera donde él transitaba, provocándole un daño irreversible en sus dos extremidades inferiores.
Antes de eso, trabajaba como bombero de gasolinera pero ahora pide en su silla de ruedas en la primera calle.
Este hondureño es identificado porque siempre porta la camisa y la gorra del equipo de sus amores, a quien le dará porras “hasta la muerte”.
Este hombre no se ha perdido ningún partido de local del Real España y la afición aurinegra lo reconoce en la gradería con facilidad al disputarse un encuentro deportivo.
Entre risas recuerda, que desde que tiene memoria, encontró afición en “la maquina”, aunque todos sus familiares son Olimpia.
“Siempre me van a ver en el estadio, ahí paso, el primer partido que vi fue Real España-Olimpia, el amor aurinegro me nació, aunque todos en mi familia son Olimpia”, agregó.
Este hombre, no pierde la esperanza de poder reintegrarse en la sociedad y sueña con una oportunidad de empleo que no requiera que se levante de su silla de ruedas, porque su mente y manos son ágiles.
Del dinero que obtiene en las calles, y un par de organizaciones que le apoyan, da un aporte a sus cuatro hijos, los cuales viven en Santa Cruz de Yojoa, junto a la madre de estos, Azucena Rodríguez.
“Anhelo cualquier trabajo que pueda desempeñar, lo que Dios diga”, comentó. Este hombre alquila un cuarto en el hotel Occidental, ubicado en 6 calle y 5 avenida de barrio El Centro.
