Hannah Reyes (de 12 años) fue diagnosticada con diabetes cuando tenía ocho años, y desde entonces se ha pinchado miles de veces el cuerpo para medir sus niveles de glucosa.
Sin embargo, esta situación se acabó para ella y otros 5 niños que son atendidos en el Mario Catarino Rivas, pues les fueron colocados en el brazo sensores de glucosa, obtenidos gracias al programa Apadrina un Niño.
Paola Bonilla, endocrinóloga pediatra, dijo que los sensores Vivachek duran 14 días y se tiene un monitoreo cada 5 minutos de la glucosa, todo a través de un celular. “Un niño diabético se pincha aproximadamente de 4 a 7 veces diarias, y con esto solo se pinchará dos veces al mes”, comentó.
Ahondó que esta es la primera vez que se colocan estos dispositivos en el Rivas y a cada uno se le entregaron tres sensores para que regresen en 45 días y darles nuevos.
Las autoridades del centro buscan el apoyo de la población para apadrinar el programa, pues cada máquina vale 2,100 lempiras. Se puede apoyar depositando a la cuenta Banpaís 2102-4004-8270.
