Recuperar la confianza de la población tras los escándalos de corrupción y delitos cometidos por sus uniformados, que han llenado de vergüenza a toda la institución policial, es el reto de las autoridades de la Policía Nacional.
El subcomisionado y nuevo vocero de la institución, Iván Mejía, cree que al lograr resultados positivos en la lucha contra la delincuencia, propiciar una relación cercana con las comunidades y actuar según la ley se recuperará la credibilidad de la Policía a corto plazo. Le solicita a la población que denuncie hechos irregulares de los policías en la línea telefónica habilitada que responde un grupo especial encargado de tomar las acciones a fin de investigar y separar a los miembros involucrados en actos ilícitos.
¿Cómo hará la Policía para recuperar su buena imagen?
Primero estamos girando instrucciones a nivel nacional y tratando de elevar la moral de nuestro personal haciendo hincapié en que la única forma de superar este momento de crisis es trabajar de forma continua, decidida, transparente y respetar a los ciudadanos según la ley. Además identificar a los delincuentes que se puedan encontrar en la Policía y ponerlos a la orden del Ministerio Público y sacar de la institución a los agentes que no están haciendo bien su trabajo.
Los policías honestos ¿cómo se sienten cuando a todos los están señalando?
Se les explica que es parte del procedimiento cuando uno pertenece a una institución que no ha hecho del todo bien las cosas. Porque no podemos pretender tapar el sol con un dedo. Ha habido problemas de corrupción en la Policía que quizá no se atendieron porque no había un instrumento jurídico que permitiera actuar de inmediato para sacar esas personas, sino que iban a los tribunales y pedían después el reintegro.
A medida que vayamos trabajando e informando a la población de nuestros logros vamos a ir obteniendo confianza. No todo está mal. La mayoría de la Policía es buena, pero la Policía es una muestra de cómo es la sociedad. Si hay una sociedad en que impera la corrupción vamos a tener una institución filtrada por la corrupción y niveles delictivos.
¿Cuál es el estado anímico de los policías?
Las autoridades superiores de Seguridad se han dividido el territorio para hablar con la gente y decirles que debe trabajar y sentirse orgullosa de la institución. Que se están adoptando métodos como la recolección de información. En los próximos días emplearemos otras estrategias que, consideramos, van a ser efectivas.
¿Dentro de cuánto tiempo creen ustedes que van a depurar la Policía?
Creemos que en seis meses podríamos tener una mejor institución. El delincuente que está dentro de la Policía sabe que solo tiene dos caminos: estar preso o fuera de la institución. No tendremos una Policía pura totalmente, pero sí con mejores niveles de credibilidad y transparencia en su trabajo.
¿Cómo buscarán el acercamiento con la población?
El señor secretario de Seguridad y el director nacional de la Policía ya tuvieron un acercamiento con las autoridades municipales de Copán y era precisamente por la necesidad de que las municipalidades se involucraran con la Policía. Este trabajo es una responsabilidad compartida de todos los hondureños para minimizar las actividades de los criminales. Con las operaciones se han logrado reducir los homicidios y delitos comunes.
¿Cómo identificar un retén policial por la noche o madrugada?
Cuando hay controles policiales debe haber una patrulla policial bajo del mando de un oficial y provista de los conos y chalecos oficiales. Por eso se ha ordenado que ninguna persona, guardia de seguridad o policía municipal, sea quien sea, no puede usar esa indumentaria. Van a ser objeto de sanciones si en una comunidad andan utilizando los mismos colores que la Policía. El color es el verde limón.