Dunia Martínez cumplió su sueño y se casó por lo civil con el amor de su vida Héctor Molina.
La única mujer lustrabotas en SPS madruga todos los días para ir a trabajar al parque central. En las últimas semanas también dejó tiempo para fabricar los zapatos que usó para casarse por lo civil y lo hará también religiosamente el 30 de septiembre en las masivas bodas de Caná que impulsa la municipalidad.
Dunia y Héctor forman parte de las 1,354 parejas que decidieron formalizar su relación. Su historia está matizada de alegrías y tristezas, pero su fe en Dios la mantiene de pie. Es madre de cinco hijos y el destino la puso a prueba pues su esposo sufrió un derrame cerebral y quedó postrado.

Ella se ha dedicado a cuidarlo y lo hará hasta que Dios lo permita, dice. Su amor es a prueba de todo y lo confirman al darse el “sí, quiero”. Lustrar botas es un arte, dice Dunia, un oficio que heredó de su padre, quien lo hizo por más de 50 años.
“Él nos educó a puro chaine y también yo a mis hijos”, dice. En medio de los sacrificios diarios ella está feliz y se siente plena, hermosa y luce radiante. Dejó sus pantalones y su chaine para ataviarse con un hermoso vestido blanco y cumplir el sueño junto a su amado.
