Varios locatarios discutieron de manera verbal a tempranas horas de este lunes en el centro de San Pedro Sula, luego que miembros de la Policía Municipal llegaran para evitar que estos se instalaran, pues de momento no están autorizados a operar, peor aún si no cumplen con los respectivos protocolos de bioseguridad.
Los vendedores ambulantes dijeron sentirse molestos porque los policías los estaban desalojando y quitándoles las estructuras puestas para colocar su mercadería. Exclamaron que ya no soportan el hambre y necesitan llevar el sustento a sus casas, por lo que piden los dejen trabajar como antes.
La protesta de los vendedores se registró muy cerca de la catedral y el parque central, desde allí alegaron sus necesidades y denunciaron abusos por parte de policías. El incidente duró un par de horas en la mañana y por fortuna no se reportaron personas heridas.
![]() Los locatarios argumentaron que el hambre los orilla a insistir en colocar sus puestos en el centro.
|
Anteriormente
El pasado 3 de junio, la Policía Municipal también desalojó a vendedores de varios negocios instalados en el centro de San Pedro Sula. Los puestos fueron quitados por los agentes, quienes anteriormente advirtieron que si los vendedores ambulantes permanecían allí, los terminarían desalojando.Los locatorios reaccionaron molestos y lamentaron la acción porque aducían que les quitaron la única forma de subsistencia, por lo que solicitaron apoyo a las autoridades municipales y de Gobierno.
Posteriormente, los policías y dependencias municipales realizaron un operativo de limpieza e higienización en la tercera avenida, entre la 2 y 3 calle, para que la población pudiera transitar por una zona más segura, evitando así contagios de coronavirus y dengue tras la reactivación económica.
Alberto Marín, gerente municipal de Participación Ciudadana y Servicios Comunitarios, informó en ese momento que desde muy temprano se realizaron las primeras acciones de limpieza y lavado.
Lea: Extienden toque de queda absoluto en Honduras hasta el 14 de junio
Marín explicó que retiraron estructuras que son un foco de contaminación para la ciudadanía, por ejemplo: maderas contaminadas, toldos y estructuras metálicas corroídas.
Indicó que “el objetivo era crear las condiciones adecuadas para reactivar el comercio, cumpliendo con las normas de bioseguridad y si existen estructuras que no pueden ser higienizadas con facilidad, había que destruirlas y removerlas”.
El funcionario municipal dijo que los dirigentes de los vendedores están conscientes que “es necesario destruir y botar esas estructuras porque si ellos las conservan se están llevando un contaminante a sus familias y es algo que sería irresponsable de nuestra parte permitir”.
Marín aclaró que ninguna de las estructuras retiradas contenía mercadería, únicamente maderas contaminadas, estructuras metálicas corroídas y toldos desgastados por las inclemencias del ambiente.