San Pedro Sula. Ni la lluvia ni el sol, tampoco las largas distancias detienen a Gabriel Ramos Osorto (de 55 años), quien viaja desde la zona sur a San Pedro Sula todas las semanas para vender los venaditos navideños, típicos de las fiestas decembrinas.
Mientras este hondureño con espíritu emprendedor grita “¡Hay venaditos!” en la intemperie de una acera en el bulevar del norte, su hijo Josué Leonel Ramos teje un venadito a su lado. Estas artesanías hechas de una planta conocida como camotillo y otras de zacate son populares entre los sampedranos para adornar las entradas de sus casas durante la Navidad. Los precios van desde los 100 hasta los L700 lempiras.
Gabriel, quien es comerciante, comenzó a interesarse en los negocios cuando tenía 15 años e inició con la venta de lácteos. Oriundo y residente de San Lorenzo, Valle, se involucra en las ventas de camarones en el sur y en este fin de año decidió emprender en las aceras de San Pedro Sula, decisión que a su juicio fue acertada, pues afirmó que los sampedranos lo han tratado con amabilidad y que sus venaditos han tenido una gran aceptación.
Estos venaditos se los compra en su mayoría a artesanos de Choluteca. “Me animé a ir a SPS porque estamos en Navidad. También estuve en Choloma y El Progreso. Regreso contándoles a mi familia que sí me gusta San Pedro Sula porque me tratan bien ”, comentó.
