Mientras la maleza y el óxido siguen haciendo de las suyas en la inconclusa cárcel de La Acequia, los planes de construir otro presidio en La Mosquitia siguen en pie.
Son más de 500 millones de lempiras los invertidos en una infraestructura que puede ser recuperada, si hubiera voluntad, dicen diversos sectores.
Es una realidad, pues todavía hay material de construcción embodegado, otro cubierto por la maleza y hasta sanitarios con requerimientos especiales. Son millones desperdiciados y que pueden ser recuperados.
Diversos sectores coinciden en que la cárcel debe terminarse y proceder a utilizarla.
El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, lamenta que el inmueble, construido en un 60%, esté abandonado y a punto de perderse por falta de interés.
Si no quieren hacer un penal deben de darle uso a esas instalaciones que tanta falta hacen.
“Es una negligencia lo que ocurre ahí. Nosotros hemos propuesto que se recupere ese centro penal para no gastar los millones en Mocorón y no entrar en controversia con el pueblo Misquito, pero no escuchan”.
“Hemos pedido que se termine el centro penal de La Acequia en repetidas veces y con ese reportaje de LA PRENSA que deja clara la situación y la realidad de lo que pasa volvemos a hacer el llamado, y nos estaríamos economizando millones que pueden servir para otras áreas como educación y salud”.
Retomar este proyecto de La Acequia le evita también conflictos que nada bien le traen al gobierno de la república.
El empresario y miembro de la Fundación proconstrucción que inició con el proyecto de La Acequia, Luis Larach, recordó el esfuerzo cuando iniciaron con la construcción. “No fue concebido como cárcel de máxima seguridad y se hizo en un predio de más de 100 manzanas para que los privados de libertad pudieran cultivar sus alimentos”.
Larach dice que este tipo de obras tienen rechazo de las comunidades, pero generan actividad económica.
Detalló que sí había planos y es una obra avanzada que perfectamente puede ser retomada. “A todos los que trabajamos arduamente porque se hiciera realidad ese proyecto nos da pesar ver cómo está tirado y en el abandono no solo el dinero ya invertido sino el esfuerzo de las personas que comenzaron con la obra”.
Para el empresario se debe aprovechar lo que se tiene encaminado, que cumple con los requerimientos necesarios y debe verse como la primera alternativa.
