San Pedro Sula, Honduras
Como ya es una tradición, en la catedral San Pedro Apóstol se realizó la misa de nuevo año, por medio de la cual se exhortó a todos los feligreses a vivir en paz y armonía este 2019.
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Los católicos llenaron la catedral San Pedro Apóstol el 31 de diciembre y vivieron con fervor la última misa del año.
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El padre Raúl Najarro, encargado de oficiar la misa, dijo que al término de un año debe darse gracias a Dios y pedir perdón para comenzar un nuevo año sin cargas ni preocupaciones.
“Desde hace unos cuantos años, el día primero del año la iglesia lo llama jornada de la paz, por lo que invito a todos a vivir el año de esta forma.
Tal y como lo dice el papa Francisco, la paz a la sociedad es lo más propio de la misión confiada por Cristo a la iglesia”, comentó Najarro.
Manifestó que la paz es muy frágil, y en Honduras se encuentra amenazada por la violencia, pobreza, corrupción y el desempleo.
“Los malos gobernantes que vienen a servirse de la política y no a servir al pueblo también es parte. Una familia para vivir en paz necesita vivienda digna, trabajo, empleo, educación y servicios de salud. Los malos políticos son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social”, aseveró el religioso.
Continúo diciendo que “La paz tiene tres dimensiones inseparables: la primera conmigo mismo, con el prójimo y con con la casa común, tenemos que descubrir el gran don de la creación”.
Lamentó que en el país haya proliferación de armas y que las calles estén plagadas de niños y adultos mayores sin ninguna protección.
En su mensaje, el clérigo también pidió a todos los hondureños no tener miedo de buscar a Jesús, sino todo lo contrario, que abran sus corazones para que entre en ellos y les regale prosperidad y abundancia por el resto de los 365 días de este 2019.
Recordó que la Navidad es una celebración para festejar el nacimiento del hijo de Dios, el cual murió en la cruz para pagar los pecados de todo el pueblo.
