San Pedro Sula, Honduras
Entre el hospital Mario Catarino Rivas y el Hospital Escuela de la capital se reportan un total de 14 personas ingresadas durante las fiesta de fin de año por quemaduras de pólvora.
| Para saber
Uno de los lugares donde más se comercializa la pólvora es en los mercados El Rápido, El Dandy y Medina.
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Julia Sánchez, portavoz del Rivas, declaró que solo la noche del 31 de diciembre ingresaron al centro asistencial cuatro menores y cinco adultos, lo que para el hospital deja un total de 17 pacientes afectados por esta causa por las fiestas del 24 y 31.
“La incidencia bajó en relación al año anterior, pues en 2017 fueron 29 niños y 15 adultos los que se atendieron desde el mes de noviembre, pero lastimosamente siempre hay casos” explicó Sánchez.
Añadió que uno de los pequeños que fue llevado durante la celebración de la Navidad perdió su mano izquierda, debido al impacto que sufrió de un mortero.
Miguel Osorio, relacionador público del Hospital Escuela, detalló que entre las fiestas de Noche Buena y año nuevo el sanatorio brindó asistencia médica a 15 lesionados por pólvora, de ellos cinco niños y 10 adultos.
| La Policía Municipal y Nacional ejecutaron durante todo el mes inspecciones en distintos puntos de la ciudad para evitar al máximo la comercialización del producto.
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Al menos 650,000 lempiras en pólvora fue decomisada por las autoridades durante los operativos “Navidad sin pólvora” que se realizaron en diferentes sectores de la ciudad. Todo el producto fue quemado en cumplimiento al artículo 206 del Plan de Arbitrios, el cual ordena la prohibición de producción, comercialización y venta de productos a base de pólvora.
Carlos Ochoa, subinspector de la Policía Municipal, explicó que el artículo, además, establece multas de hasta 22,000 lempiras a las personas que se les encuentre en posesión de grandes cantidades del mismo.
Manifestó que la mayoría de la pólvora destruida fue incautada en el punto de inspección que está en el sector de Naco, pero también se decomisó el producto en los principales mercados y pulperías de la ciudad.
Ochoa refirió que las inspecciones se ejecutan de manera sorpresiva, y en algunas ocasiones con el acompañamiento de la Policía Nacional para evitar enfrentamientos con los vendedores.
“Es difícil para nosotros hacer un decomiso total, ya que los vendedores al ver que llegan las autoridades rápidamente desmantelan los puestos y se retiran”.
