Los curiles a la hondureña son un auténtico tesoro culinario de la costa caribeña de Honduras, donde los sabores frescos y naturales se combinan para crear un platillo delicioso y sencillo.
Esta receta resalta la frescura del mar junto con ingredientes típicos de la región, logrando una mezcla vibrante y llena de texturas que conquista tanto a locales como a visitantes. Ideal para quienes buscan una preparación ligera y llena de sabor, los curiles se disfrutan mejor en compañía y como un aperitivo refrescante.
El secreto de esta receta radica en el cuidado proceso de abrir y extraer la carne del curil, un marisco que aporta un sabor único y delicado. Luego, se integra con una mezcla fresca y colorida de cebolla morada, chile dulce, tomate y cilantro picados finamente, formando un chismol lleno de aromas característicos del trópico. El toque final lo dan el jugo de limón y el aceite de oliva, que potencian la frescura del plato y aportan un equilibrio perfecto entre acidez y suavidad.
Servidos tradicionalmente acompañados de rodajas de limón y galletas saladas, los curiles a la hondureña representan mucho más que un platillo: son una experiencia cultural que refleja la conexión de Honduras con el mar y la riqueza de su gastronomía.
Recetas Curiles a la hondureña, un delicioso platillo sureño
Ingredientes: ½ libra de curil, ½ cebolla morada finamente picada, ½ chile verde dulce finamente picado, 1 tomate finamente picado, ½ mazo de cilantro fino finamente picado, c/n sal y pimienta, 2 limones 2 cucharaditas de aceite de oliva.
Paso a paso: Para sacar el curil, golpear cada concha en el cierre con el lado sin filo del cuchillo, unas tres veces. Luego con la punta comenzar a abrir con cuidado y verter todo su interior en un tazón. Raspar cada concha con una cuchara. Reservar.
Mezclar en otro tazón los vegetales y cilantro para armar un chismol, salpimentar al gusto. Agregar el jugo de limón para terminar de sazonar y bañar con el aceite de oliva. Decorar con rodajas de limón y galletas saladas.