87.67% de cobertura: más de 280,000 casas carecen de energía en Honduras
Tras conocerse situación que atraviesan colonias importantes de municipios como La Lima, Gobierno informó que a finales de este año iluminarán Las Metálicas.

- 05 de mayo de 2025 a las 21:59 /
San Pedro Sula, Honduras.
En pleno siglo XXI, cuando el mundo avanza hacia la digitalización y la transición energética, una gran cantidad de hondureños sigue viviendo sin acceso a energía eléctrica en barrios, colonias, aldeas y caseríos.
El acceso a la energía es un derecho humano reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero para múltiples poblaciones de este país sigue siendo una ilusión.
Sin electricidad, escuelas sin computadoras ni Internet siguen siendo la norma en muchas comunidades; los centros de salud rurales no pueden mantener vacunas a temperatura, operar equipos básicos o atender emergencias nocturnas; los agricultores no pueden almacenar productos; los emprendedores no pueden instalar talleres o refrigerar alimentos; el acceso a energía define quién puede avanzar y quién se queda atrás.
Miguel Aguilar, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Stenee), comentó que, aunque no es suficiente, la cobertura eléctrica de distribución en Honduras ha mejorado considerablemente gracias a la cartografía del sistema eléctrico que ahora permite una mejor visualización por poste, por línea y por luminaria.
Aunque han habido valores positivos, el crecimiento del país en términos geográficos ha sido desordenado, aún existen ramales y colonias que no han sido oficialmente recepcionados por la Enee, además de zonas rurales y lejanas sin acceso a la red.

"La cobertura no siempre significa suministro, a veces existen los circuitos y las líneas, pero no la generación suficiente para abastecer la demanda. Actualmente, la cobertura podría haber variado un 1.2%, ya que la demanda se ha mantenido estable desde 2023", dijo Aguilar. Esto se deriva del último informe denominado Cobertura y Acceso a la Electricidad en Honduras, publicado por la Secretaría de Energía en 2023, que indica que la cobertura energética en Honduras superaba el 85%.
Muchos sectores han extendido sus líneas primarias y secundarias por cuenta propia, sin que esa infraestructura esté todavía integrada a la topografía oficial del sistema. Las regiones más postergadas siguen siendo Intibucá, Olancho, El Aguán y otras zonas productivas que, a pesar de su potencial, aún no tienen acceso a la energía eléctrica.
Para que Honduras logre una cobertura eléctrica total se necesita construir nuevas líneas y subestaciones o ampliar los circuitos de larga distancia. También hace falta inversión, decisiones estratégicas y priorizar aquellas zonas más accesibles topográficamente.
"Hay regiones montañosas o de quebradas que, a pesar de las dificultades, ya cuentan con energía, es claro que el país necesita estructura, voluntad financiera y voluntad política. No debería haber un solo rincón de Honduras sin energía eléctrica, esta es educación, salud y desarrollo", concluyó Aguilar.
Mejoría leve
Actualmente existe un plan indicativo de expansión que contempla aumentar el porcentaje de cobertura en distribución, orientado a mejorar la infraestructura. Las zonas que aún no están cubiertas enfrentan dificultades de acceso físico, falta de recursos financieros y limitaciones logísticas.
LA PRENSA Premium expuso, ayer, lunes, el impacto que sufren muchas zonas del país que aún no cuentan con acceso a energía eléctrica. Un ejemplo claro es la colonia Las Metálicas, ubicada en el municipio de La Lima, Cortés. A pesar de estar a pocos minutos del casco urbano y rodeada de desarrollos comerciales y urbanísticos, más de 100 familias han vivido sin electricidad durante casi cuatro décadas.
Tras mostrar esta realidad y una visita en el lugar realizada por la Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium, la Enee confirmó que ha comenzado el proceso de electrificación de dos colonias históricamente excluidas, incluyendo Las Metálicas. Este avance representa una respuesta concreta a las demandas de las comunidades y a la visibilización de la problemática.
La directora del Fondo Social de Desarrollo Eléctrico (Fosode), Yadira Álvarez, explicó a este medio los avances y compromisos en torno a este proyecto clave para garantizar un derecho tan básico.

Indicó que la solicitud de electrificación de Las Metálicas y otra colonia cercana fue recibida a través del alcalde, por lo que enviaron un equipo técnico para realizar un replanteo en la zona.
“Ya contaban con un diseño preliminar, pero es necesario hacer mejoras para extender a dos fases la red primaria, lo que implica al menos cuatro kilómetros adicionales de tendido eléctrico”, explicó Álvarez.
La funcionaria de la estatal aseguró que este es un compromiso asumido directamente por la presidenta de la República, Xiomara Castro, por lo que en estos momentos trabajan en un rediseño del proyecto para definir el presupuesto exacto.
Aunque muchos proyectos se desarrollan con apoyo de las municipalidades, en este caso la Enee asumirá el 100% de la inversión a través del gobierno central. “Vamos a aportar los materiales y contratar a una empresa para ejecutar la obra. Además, retiramos recientemente cinco transformadores que estamos evaluando para determinar si pueden ser reutilizados, lo cual podría reducir costos en Las Metálicas”, afirmó Álvarez.
El costo estimado de electrificar una comunidad de 50 viviendas puede alcanzar hasta 1.5 millones de lempiras, sobre todo si implica repotenciación de circuitos. El proceso de licitación a través del portal Honducompras suele tardar un mes y culmina con la adjudicación a la empresa que presente la mejor.
“Este año, estas dos colonias están entre nuestras prioridades, tenemos más de 1,200 solicitudes de electrificación, pero por falta de recursos debemos priorizar”, subrayó.
Una vez se emita la orden de inicio, la construcción de la red eléctrica no debería extenderse por más de dos meses, y si todo el proceso avanza según lo previsto, la colonia Las Metálicas finalmente contará con energía eléctrica antes de que finalice el año, cumpliendo así un sueño largamente esperado por cientos de familias.
Al concluir los trabajos, la Enee realizará una jornada de sensibilización con las familias beneficiadas para fomentar el uso responsable de la energía y explicar los múltiples beneficios del acceso a este servicio esencial.
Según cifras de la propia Enee, un 12.5% de la población hondureña, equivalente a unas 280,000 viviendas, a mayo del año 2025, no cuentan con energía eléctrica. Aunque la cobertura nacional ha mejorado y se sitúa actualmente en un 87.67%, persisten grandes brechas en regiones como La Mosquitia, Olancho y Colón.
Por otro lado, de acuerdo con la última encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en junio del año pasado, Honduras contaba con 2,600,640 viviendas habitadas por 2,624,033 hogares, lo que representaba una población total de 9,898,279 personas.Esto significa que, a pesar del crecimiento de la infraestructura energética, una parte significativa de la población sigue excluida del acceso a electricidad, y esta exclusión afecta directamente el bienestar, la educación, la seguridad y las oportunidades de desarrollo económico de más de un millón de ciudadanos.
Las autoridades de la estatal continuaron indicando que existe un plan ambicioso con apoyo del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo para electrificar las zonas más postergadas, pues con fondos nacionales se vuelve muy difícil. El Gobierno reconoce que el país tiene como meta la cobertura total para el año 2030, siguiendo los lineamientos de la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero a este ritmo es casi imposible lograrlo.
Panorama conservador
Kevin Rodríguez, experto en energía, apuntó que el dato más reciente de cobertura eléctrica en Honduras sigue siendo uno de los niveles más bajos en Centroamérica, pues el promedio regional ronda el 95%, lo que evidencia la necesidad urgente que la Enee invierta en nuevas subestaciones y en la ampliación de la red eléctrica en aquellas zonas donde aún no hay suministro.
"Hay zonas que con el tiempo se han urbanizado y han incrementado significativamente su número de consumidores, pero también existen poblaciones como las de La Mosquitia y el litoral atlántico, que a pesar de estar cerca de líneas eléctricas, siguen sin energía", recordó el analista.

Cuando la Enee decide llevar energía a estas comunidades normalmente realiza un estudio socioeconómico cuidadoso, ya que si se instala un servicio sin educación previa sobre el uso responsable de la electricidad, puede generarse una sobrecarga que la población no esté en capacidad de sostener.
"En muchas urbanizaciones se presenta un fenómeno de electrificación desordenada, por ejemplo, se instalan transformadores diseñados para abastecer 50 viviendas, pero de repente se construyen 200 casas, eso genera problemas técnicos y no responde a una planificación estratégica", acotó el experto.
Recordó que, lo que sucede en el campo, es que muchos proyectos de electrificación se llevan a cabo a raíz de gestiones políticas, conectando colonias unas con otras, sin que sea la Enee sea la que planifique técnicamente el crecimiento de la red.
La falta de acceso a energía eléctrica sigue siendo una de las principales barreras para el desarrollo económico y social en muchas zonas de Honduras, así lo advirtió la economista Liliana Castillo, al analizar el impacto que tiene la cobertura eléctrica en el crecimiento de los países.
"Entre mayor cobertura eléctrica tiene un país, mayor es su desarrollo, lo vemos claramente en naciones como Costa Rica y Panamá, que lideran en la región, incluso Guatemala y El Salvador han avanzado significativamente", señaló Castillo.

A su parecer , la energía no solo es un servicio básico, sino un factor clave que determina el acceso a oportunidades económicas, educativas y sociales. "En los departamentos donde aún no hay electricidad, las probabilidades que las personas generen ingresos son bajas, porque hoy casi todas las actividades productivas requieren energía", apuntó.
Castillo fue enfática que la falta de electrificación limita gravemente la competitividad. "No se puede competir con otros mercados si no se cuenta con electricidad, pongo un ejemplo sencillo: Si una comunidad produce plátano, pero no tiene energía para refrigerarlo o procesarlo, su producto pierde valor", subrayó.
En temas de inversión extranjera, el impacto es aún más evidente. "Un inversionista extranjero no va a apostar por una zona sin electricidad, si desea construir un hotel no lo hará si no hay servicios básicos como energía o agua potable, eso frena el desarrollo y la generación de empleo", puntualizó.
Además, señaló cómo la falta de energía afecta a sectores sensibles como la educación: “En comunidades remotas, las aulas pueden estar a oscuras, entonces se vuelve difícil enseñar y aprender”.
Castillo también se refirió a las alternativas de electrificación. "En otros países se ha promovido la instalación de paneles solares, una solución más económica, pero esto puede traer otro tipo de retos, pues como el servicio es más barato, aumenta su demanda, y si no hay una planificación adecuada, la capacidad instalada puede resultar insuficiente", especificó.
Finalmente, la economista hizo un llamado al Estado para que priorice la inversión en electrificación, especialmente en las comunidades históricamente excluidas. Señaló que es urgente lograr un equilibrio entre cobertura, sostenibilidad y calidad del servicio.
Desde la perspectiva de Karol Cerrato, coordinadora de la Defensoría de Protección al Obligado Tributario del Comisionado Naciona de Derechos Humanos (Conadeh), el servicio de energía eléctrica es un tema de interés nacional y de impacto
"La energía eléctrica es un suministro esencial para la vida, para el crecimiento económico y para el desarrollo sostenible. Es un elemento central para casi todos los grandes desafíos y oportunidades a los que hace frente el mundo", dijo.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por las Naciones Unidas, plantea como uno de sus objetivos “Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos”.
En ese sentido, enfatizó que el Estado tiene responsabilidad directa de proporcionar a todos los habitantes, sin exclusión alguna, el servicio de energía eléctrica, brindando un servicio continuo y de calidad.
Una de las recomendaciones del Conadeh es que el Estado realice inversiones urgentes e inmediatas que le permita proporcionar el servicio en todo el país, especialmente a las comunidades más alejadas, así como garantizar el servicio mediante un precio justo y equitativo del servicio.
Si el Estado no realiza las acciones para brindar el servicio de energía eléctrica a todo el país, hay una omisión, responsabilidad y negligencia; es decir, si el Estado no proporciona el servicio de energía eléctrica a la población, lleva consigo vulneraciones a derechos humanos de todas las personas, y especialmente a grupos en situación de vulnerabilidad.
Entre los derechos violentados están el desarrollo, un nivel de vida adecuado, alimentación, recreación y e información, entre otros.
Este organismo considera que proveer energía eléctrica a los habitantes es una responsabilidad del Estado. Para el Conadeh, la energía eléctrica no es una mercancía, es un derecho humano y es deber del Estado proteger a los habitantes del goce efectivo de ese derecho.