"Nos damos aire con pedazos de cartón": Hondureños sin acceso a energía
LA PRENSA Premium recopila una serie de testimonios dramáticos de vecinos de la aldea Las Metálicas en La Lima, donde no hay conexión a energía eléctrica.
- 04 de mayo de 2025 a las 23:58 -

Más de 100 familias en una comunidad de La Lima enfrentan a diario la dura realidad de vivir sin energía eléctrica, con acceso limitado al agua potable y sumidas en condiciones de pobreza y extrema pobreza.

Una mujer de más de 60 años sirve café a su esposo mientras él conversa durante una entrevista con este rotativo.

Las viviendas carecen de infraestructura y servicios básicos, lo que hace que la situación de sus habitantes sea casi calamitosa.

A partir de las 7:00 de la noche toda la aldea queda sumida en la oscuridad. Las pocas viviendas que conservan algo de luz lo hacen gracias a paneles solares, cuya energía, inevitablemente, se agota con el paso de las horas.

Durante la noche, las calles lucen desiertas. Algunas personas salen al frente de sus viviendas o al solar para tomar un poco de aire fresco.

La dura realidad que enfrentan miles de habitantes en Las Metálicas, en La Lima, expone el rostro más crudo del subdesarrollo que persiste en el país.

Aunque la mayoría de los habitantes ya cuenta con sistemas básicos de energía solar, una parte de la aldea aún no ha podido costear este equipo y continúa viviendo en completa oscuridad.

Niños y adultos se ven obligados a mover constantemente hielo para conservar en buen estado los productos perecederos dentro de sus hogares.

Los pobladores no pierden la esperanza de que algún día llegue la tan anhelada noticia de la instalación del servicio público de energía en su aldea.

En pleno siglo XXI aún hay comunidades en Honduras que siguen sin acceso a energía eléctrica y con otros servicios básicos funcionando a medias.

En estos hogares lo único que se encuentra son las pertenencias estrictamente necesarias.

Una mujer amasa con dedicación sobre una hamaca, justo frente a su hogar en el sector, en una escena que refleja la sencillez y la rutina diaria.

Uno de los pobladores observa el panel solar instalado fuera de su casa, en uno de los puntos más remotos de La Metálicas.

Las viviendas, construidas en su mayoría con materiales precarios como láminas de zinc y madera envejecida, no ofrecen ninguna protección.

La falta de electricidad impide que los habitantes tengan acceso a lo más básico: iluminación por la noche y refrigeración de alimentos.