No pierda "la paz" ni la "esperanza" si viaja tierra adentro
Si su espíritu es aventurero, sepa que si elige viajar a La Paz o Marcala necesitará suficiente tiempo y paciencia, y un vehículo óptimo ya que las carreteras están destruidas. Aún así, el viaje valdrá la experiencia

- 15 de abril de 2025 a las 23:12 /
El viaje por los 65.8 kilómetros de la carretera CA-7 que unen la cabecera de La Paz hacia el municipio de Marcala, y que debió durar una hora y media, según la ruta que trazó Waze, se alargó por casi tres horas debido al terrible estado en que se encuentra la carretera.
Noelia Marcía, que viajó con su familia desde Las Lajas, Comayagua, jamás imaginó que aquel esperado viaje para conocer la cascada y canopy El Chiflador, en Marcala se convertiría en una pesadilla horrenda.
“Yo escuché que habían bacheado la carretera de La Paz a Marcala, y de ahí, hasta La Esperanza, pero la realidad es que nos mintieron”, lamentó.
Su aventura comenzó por otra carretera en terrible estado, la RN-57 que va desde los municipios del norte, entre ellos, Las Lajas donde reside hasta la cabecera de Comayagua; y por la que hace unas semanas pobladores de todos los municipios de ese corredor se tomaron la CA-5 a la altura de Comayagua.
“A pesar de que la carretera está mala, ya la conocemos. Lo que no imaginamos es que de La Paz a Marcala estaría igual de destruida. Y cuando pensamos que de Marcala a La Esperanza el panorama iba a ser distinto, vaya chasco, la carretera tiene más hoyos que pavimento”, lamentó la joven que dijo que el viaje habría sido peor de no haberse ido en un vehículo pickup.

La carretera entre Marcala y La Esperanza es la CA-11 A y apenas mide 31.9 kilómetros, sin embargo, pese a que se puede recorrer en menos de una hora, también está destruida.
Ni por esa carretera ni por la que une a La Paz y Marcala es recomendable transitar de noche porque es un verdadero y peligroso riesgo.
La carretera de La Esperanza a San Juan, Intibucá es otra odisea. Tiene años destruida y sus reparaciones no dejan de ser cosméticas y temporales.
Los pintorescos y hermosos pueblos de clima templado de La Paz están dejando de percibir turistas por sus malas carreteras, aún así muchos se deciden por la belleza del lugar y por sus múltiples atractivos.

Bellezas imperdibles
Con todo y lo que el recorrido pueda ser difícil, cuando llega a su destino el viaje vale la pena y los atrasos. Por ejemplo, conocer la cascada El Chiflador y su canopy extremo, el más alto de Honduras es una experiencia única e inolvidable para aquellos que rebosan de adrenalina.
El canopy El Chiflador se localiza a cinco kilómetros del casco urbano de Marcala, y aunque llegar es relativamente fácil, las aplicaciones de geolocalización como Waze o Google Maps podrían confundirlo y llevarlo por la ruta equivocada.
Todo eso se resuelve de inmediato preguntando a los lugareños qué vías tomar, ya que es escasa la señalización para llegar. Sorteado esos contratiempos, se asciende hacia el canopy por una calle de tierra y se pasa por la comunidad de El Chiflador.
Tras llegar, el trato es fácil. Se lanza el más valiente luego de pagar los 600 lempiras que cuesta la experiencia para los hondureños. El viaje por los seis cables dura 15 minutos y el guía, que lo puede acompañar si es su primera vez surcando esas alturas, puede grabar un video que le quedará para la posteridad.
La cascada El Chiflador tiene una altura de 80 metros y se puede apreciar toda su majestuosidad recorrieron los 3.5 kilómetros de cables del impresionante canopy que te hará volar por un viaje sin igual.
