16/04/2024
12:06 AM

Prevén impacto irreversible en La Mosquitia por carretera

La vía llegaba hasta un caserío en el límite de Olancho, pero el año pasado abrieron 28 kilómetros hasta la comunidad de Krausirpi en la Biosfera Tawakha.

    La Mosquitia, Honduras.

    Una carretera de 100 kilómetros ha encendido la polémica por ser la primera en conectar el corazón de La Mosquitia con el departamento de Olancho, ha dividido a los pueblos tawahka y misquito y puesto en jaque a las autoridades de Honduras para determinar si hay delito en su apertura, así como sus fines reales y responsables.

    LA PRENSA se desplazó a Dulce Nombre de Culmí, Olancho, para transitar por la vía de terracería que mide cerca de 100 kilómetros comenzando por el desvío de Los Mangos en ese municipio y terminando en la comunidad Krausirpi en la Biosfera Tawakha. El daño al bosque es condenable.

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    Fuentes estatales y pobladores locales contaron que la carretera se ha ido construyendo por tramos desde hace unos 20 años, pero esta vez la terminaron hasta Krausirpi.

    Avance

    Con la invasión de mestizos a la zona de amortiguamiento de la Biosfera del Río Plátano, en la jurisdicción de Olancho, se formaron los caseríos San José de la Montaña, La Llorona, Plan Grande, Sawacito, Mahor, Cielo Azul, Aner y Pao.

    La ganadería extensiva se apoderó de la zona y en la actualidad hay “toros de la ganadería” con más de 20,000 cabezas de ganado que explotan las tierras estatales de la zona de amortiguamiento y hasta el núcleo de la Biosfera Río Plátano a falta de presencia de los cuerpos de seguridad estatales.

    Renato Barrios, presidente de la Fith, aseguró que ellos financian la vía y que han hecho colectas con maestros, empleados gubernamentales y ganaderos.
    En 2008, la carretera llegaba hasta Plan Grande y de ahí los locales debían seguir montaña arriba en medio de densos bosques de pino, ya sea a pie o en bestia, para llegar a puntos como Cielo Azul y Pao.

    Sin embargo, años más tarde, una familia construyó cerca de 17 kilómetros de carretera para conectar Plan Grande con Mahor, en donde tenían propiedades, y los otros trayectos se fueron abriendo por el interés de los ganaderos de mover su ganado por la región, cuentan los pobladores.

    En medio de la pandemia en 2020, la carretera avanzó por más de 28 kilómetros de la zona de amortiguamiento hasta Krausirpi, en un contexto en que hasta ahorita la Fiscalía Especial del Medio Ambiente está investigando.

    LA PRENSA constató que en las cercanías de Culuco, al inicio de la carretera en Dulce Nombre de Culmí, se está construyendo un puente sobre el río Guampú.

    En este “peaje” todas las personas que desean pasar deben “aportar” para la construcción de la vía que pobladores de las aldeas afirmaron financiar; aunque funcionarios estatales dijeron que son otras personas las que están detrás de esto.

    Personal del Instituto de Conservación Forestal (ICF) manifestó a LA PRENSA que estos caseríos debieron hacer una solicitud a la alcaldía para abrir la calle, luego a MiAmbiente para obtener una licencia ambiental, y posteriormente el ICF de la regional de Marañones en Culmí debía realizar el dictamen; pero esto no pasó y la destrucción ha ido avanzando.

    Autoridades del ICF desaprueban totalmente la construcción de esta vía, ya que al conectar con el corazón de La Mosquitia tendrá un grave impacto irreversible en los ecosistemas y se ha generado tala en su entorno, también dará paso a un mayor daño por la mano del hombre en la selva hondureña.

    En las imágenes se ven tramos de la carretera en la reserva tawahka y río Plátano, así como el puente que se construye en el inicio de la misma en Dulce Nombre de Culmí, Olancho.
    La carretera en su inicio fracciona los ecosistemas de amortiguamiento sur de río Plátano, luego la zona cultural, de amortiguamiento y núcleo de la Biosfera Tawahka y finalmente vuelve a ingresar y fractura la zona cultural de río Plátano.

    En el trayecto, la carretera se aproxima a 20 kilómetros de Ciudad Blanca, en la zona núcleo de río Plátano.

    Han hecho colectas

    Renato Barrios Erazo, presidente de la Federación Indígena Tawahka de Honduras (Fith), máxima organización de la reserva Twahka Asangni, aseguró que la carretera no está siendo financiada por los narcos, sino que el pueblo desde hace muchos años se la pidió al Gobierno hondureño y ellos se levantaron como pueblo ante la necesidad urgente porque ya no están viajando por el río Patuca.

    “Estábamos preocupados porque en dos años ya no podremos viajar por el río Patuca. Entonces tomamos la autodeterminación, 235 firmas me acompañan porque al Gobierno no le importan los pueblos indígenas, solo llegó el proyecto Patuca III y quedamos afectados.

    Muchos jóvenes quieren estudiar y queda más cerca de Krausirpi al interior del país”.

    El líder indígena pidió de “por favor” en nombre del pueblo tawahka que el Gobierno les ayude a construir lo mejor posible esa carretera y conecten el cableado eléctrico.

    “Como representante aseguro que no está financiada por narcos. Cuando hay enfermedad o parto adónde podemos ir, a ¿Puerto Lempira? Hay un gasto enorme de L8,000 por vuelo de avión; pero en cambio, la carretera nueva es más favorable para nosotros, solo gastamos L500 para viajar por ahí”, manifestó Barrios Erazo.

    En las imágenes se ven tramos de la carretera en la reserva tawahka y río Plátano, así como el puente que se construye en el inicio de la misma en Dulce Nombre de Culmí, Olancho.
    El dirigente aseguró a LA PRENSA que ellos han hecho colectas y que han invertido cerca de 300,000 lempiras en la construcción del nuevo trayecto de la vía y que viajan por ahí hasta Culmí en unas siete horas. “Yo no puedo mentir, hemos hecho recolectas comunidad por comunidad los comerciantes, maestros, empleados del Gobierno, para poder pagar la máquina. En una parte nos ha apoyado la asociación ganadera, pero no tanto, digamos como 30,000 lempiras”, comentó.

    Al cuestionarle a Barrios Erazo sobre si esa carretera aunque sea beneficiosa para ellos sería perjudicial para la selva por el ingreso de ganadería masiva, contestó: “Los ladinos, los ganaderos, están por todo el mundo. En la zona misquita ahí están. No nos han invadido, sino que el mismo pueblo ha vendido su pedacito de tierra, ¿sabe por qué venden? por la misma necesidad, si una persona está grave a punto de morir y quiere ir al hospital, adónde va a conseguir dinero, 15,000 lempiras, es gente pobre que es fácil que muera”.

    Barrios contó que una señora vendió su propiedad para que su hijo fuera a estudiar. “El Gobierno tiene la culpa de esto y nos echa la culpa y va a ir a destruir la calle”.

    Mirna Lizeth Wood, quien en asamblea de 2019 fue electa como vicepresidente de la organización misquita Muskitia Asla Takanka (Masta), es la que quiere continuar la carretera intermunicipal a Wampusirpi y luego a Puerto Lempira en la zona cultural misquita, aseguró el líder de la Federación Indígena Tawahka de Honduras.

    Pero para eso “debe haber un convenio con la Fith porque es un territorio autónomo, pero que con esa extensión a la zona misquita no se entromete porque los misquitos después van a decir ‘Renato firmó’. Actualmente varios dirigentes indígenas me tienen una demanda porque avalé con mi sello que la carretera entrara de Culmí por necesidad”.

    En la Federación Indígena Tawahka de Honduras hay un conflicto interno. Rutilio Ortiz se declara su presidente porque la asamblea lo eligió el 10 y 11 de febrero de 2021 y afirmó que Renato Barrios no quiere soltar el cargo. Ortiz dice que “ve las ventajas” que trae la vía a Krausirpi.

    Además en una consulta al pueblo la semana pasada, el 99% dijo estar a favor de la misma y que debe estar en función porque legalmente puede existir, y para controlar “las corrupciones”, ya solicitaron la construcción de una posta policial en Krausirpi.

    Reclamo

    El también líder Tawakha reconoció el daño y la destrucción en el bosque, pero señala que las autoridades estatales se descuidaron.

    Aunque Ortiz ve los beneficios de la carretera, firmó y selló junto a los consejos territoriales de Biosfera de Río Plátano y de la Biosfera Tawakha una solicitud de investigación al Ministerio Público de las personas que promueven la supuesta autonomía y apertura de carreteras ilegales en La Mosquitia. Así como una inmediata ejecución de campañas de sensibilización acerca de la ilegalidad de comprar tierras comunitarias indígenas para establecer fincas ganaderas destruyendo sin control el bosque. Este documento se presentó el 8 de mayo de 2021. Ortiz firmó el documento a petición de Masta.

    “Estamos en una frontera con los colonos y los misquitos y con ellos ya tenemos una división territorial, y donde les corresponde ellos toman sus decisiones y donde corresponde la Fith vela por su territorio”, explicó.

    El reclamo de la investigación es porque hay unos ramales de la carretera que se metieron a la Biosfera de Río Plátano (zona misquita), así como el daño ambiental que genera en ambas reservas. “Ellos me llamaron la atención porque están peleando por su territorio y yo les aclaré que tuvieron el derecho de hacer la demanda y por eso firmé el documento”, concluyó.

    Ranulfo Julián Andares, presidente de Masta, dijo que desde hace unos 10 años se ha agravado la invasión de colonos que entran por Olancho y Colón y este ocupamiento ha recorrido toda la Biosfera de Río Plátano hasta llegar a Ahuás. “Vienen a pie, traen sus caballos, acaparan su pedazo de tierra, traen gente con ellos. Entran por el río Patuca, el Segovia y Dulce Nombre de Culmí. El descombro de La Mosquitia no es de ahorita y son las denuncias de último momento las que han acaparado la atención y el Gobierno está tratando de hacer algo, pero no tenemos fe”.

    Andares dice que “no es cualquier gente la que está entrando aquí, no son dos hectáreas, agarran miles de hectáreas, son gente de poder económico que botan árboles y siembran pasto para sus animales. Ha entrado gente armada a acaparar y sacan a la gente con amenazas y tenemos varios casos de asesinatos por problemas de tierra en contra de nuestros hermanos misquitos”.

    Él rechaza la construcción de la vía porque trae destrucción de la Biosfera de Río Plátano y cuestionó al Gobierno porque con los millones que ingresan al año por Ecotasa no invierte en La Mosquitia contra la deforestación. “Urge la intervención porque en medio de la pandemia se ha triplicado el daño y en cinco años la selva pasará a la historia”.

    Mirna Lizeth Wood, a través de un video que circuló en redes sociales, reveló que llegó a la capital hondureña a buscar apoyo del Gobierno para abrir la carretera; pero la negaron, “entonces como pueblos originarios y amparados en los convenios y tratados internacionales hicimos un documento de autodeterminación y estamos abriendo nuestra carretera”.

    Afirmó que nadie puede ir a pararla porque es voluntad del pueblo. “El territorio tawahka ya tiene su carretera dentro del pueblo porque solo ellos saben qué pasa cuando alguien está enfermo o labor de parto y no pueden llegar al hospital de Puerto Lempira. Por eso hicieron esa carretera a Olancho y ahora vamos para Wampusirpi”, dijo. Aclaró que la vía no está siendo financiada por narcotraficantes.

    Andares dijo que “las acciones que Mirna -Wood- ha hecho son a título personal, no representa a la organización Masta, prácticamente está fuera. El pueblo va a decidir en asamblea general del 28-31 de agosto. Vamos a llevar a discusión la conducta de ella y de otros compañeros que utilizan el nombre de La Mosquitia para llevar agua a su molino”.

    Investigaciones

    Carlos Vallecillo, portavoz del Ministerio Público, informó a LA PRENSA que en coordinación con otras instituciones están pendientes; pero recordó que es una zona vasta por lo que para realizar una investigación de tal envergadura se requiere mucho personal y logística.
    El Ministerio Público ha hecho varias acciones de las cuales no se puede revelar ya hay un proceso de investigación en marcha.

    “Es necesario aclarar que las acciones no son de un día para otro; las investigaciones requieren de mucho profesionalismo, de labores científicas para poder recabar con exactitud datos”, dijo.

    Con respecto a la carretera que se construyó de Dulce Nombre de Culmí a Krausirpi, el MP a través de la Fiscalía Especial del Medio Ambiente asegura tener muy avanzada la investigación. “Uno de los puntos más difíciles para el MP, que trabaja con la Fiscalía de Etnias, es poder determinar la magnitud de la parte social, en el sentido que es lo que está ocurriendo en la zona, sobre todo por estos grupos étnicos que son parte de esta situación”.

    El vocero aseguró que ya se han hecho varias incursiones en este sector del país para determinar daños y otro tipo de circunstancias que se generaron para la construcción de estos tramos carreteros y se están generando los dictámenes sobre los impactos en la zona, todo esto para ubicar a los responsables y “si estas acciones son constitutivas de delito, de lo que sin duda de haber responsables, se van a presentar los requerimientos fiscales”.

    Intereses

    Mario Chinchilla, exfiscal especial del Medio Ambiente (2002-2004) dijo que es posible que la gente de Gracias a Dios ocupe la carretera para su desarrollo y cubrir sus necesidades de educación y salud; pero también es cierto que está siendo aprovechada por personas que se mantienen en la oscuridad, que ponen a otros a dar la cara por ellos a cambio de un estipendio y financiar la calle.

    “La carretera ya existía hasta cierto grado, pero al final van a llegar hasta Puerto Lempira y hay otra carretera en la zona noroccidental de la Biosfera que baja del lado de Francia e Iriona (Colón) hasta Sico y bordea por el suroeste de la Biosfera Río Plátano y de las misma se desprenden otros ramales; y eso es lo que están aprovechando las personas que usando la necesidad de los locales, impulsan la nueva vía”.