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Honduras, rezagado en trasplante de órganos

  • 21 febrero 2022 /

Alrededor de 10,000 hondureños están a la espera de que les donen córneas y 4,000 un riñón. En el país se han practicado unos 100 trasplantes renales.

San Pedro Sula, Honduras.

Honduras es el único país de Centroamérica que no tiene un programa de trasplante de órganos, a pesar de que la ciencia médica tiene grandes avances en esta materia.

En el país únicamente se han hecho trasplantes de riñón (de donantes vivos), que es uno de los más sencillos, y de córnea.

Los trasplantes renales que se han hecho son de donantes vivos, por lo que el médico y diputado del recién conformado Congreso Nacional Carlos Umaña trabaja en la presentación de un proyecto de ley sobre el uso de órganos entre ellos riñones, pulmones, corazón, hígado y córnea de personas fallecidas.

El nuevo Documento Nacional de Identificación (DNI) contiene la voluntad expresa del ciudadano de donar sus órganos al morir.

Fundaciones buscan subrayar el tema para que tome la importancia debida en el país.

“En Honduras solo somos capaces de trasplantar riñones y córneas; pero en el futuro cuando vengan trasplantólogos vamos a incursionar en trasplantes de diversos órganos. La idea es crear las bases vía ley, ya la tenemos casi completa, estamos trabajando con nefrólogos y la Fundación Luz y Vida”, expresó el diputado.

Según el doctor Umaña, unos cuatro mil hondureños están a la espera de un trasplante renal y 10,000 esperando por una córnea, es por eso que urge esta ley de donantes muertos.

En Honduras existe una Ley de Donación y Trasplante de Órganos vigente desde abril de 2014, pero no hay un programa para llevar a cabo estos procedimientos médicos en los hospitales públicos. Equipo obsoleto.

El nefrólogo Ovidio Calderón, quien atiende a pacientes con padecimientos renales en el hospital Mario Rivas de San Pedro Sula y que ha participado a nivel privado en 23 de los 24 trasplantes de riñón que se han practicado, dijo a LA PRENSA que Honduras está atrasado 40 años en terapia de diálisis.

“Somos el único país que utiliza máquinas viejas de 1980, todo Centroamérica usa equipos nuevos, en la región no hay un centro de terapias de sustitución renal en manos de médicos generales”, explicó.

Honduras, rezagado en trasplante de órganos

Hace seis años, en el país había 2,100 pacientes con enfermedad renal crónica, para este año subieron a 4,700 y se registran 1,600 fallecidos a causa de la pandemia del covid-19.Calderón sugiere que lo primordial es iniciar con un programa de prevención, “es urgente detectar la enfermedad de manera temprana y evitar que el paciente avance a terapias muy onerosas y caras, trasplantar riñón a niños y adultos de donantes vivos y luego ver la parte de donación de fallecidos”.

El especialista dijo que la próxima semana se prevé una reunión con el ministro de Salud, José Manuel Matheu, en donde se le plantearán tres programas a nivel sanitario que son prevención, trasplante renal de donante vivo y muerto en niños y adultos en los hospitales Escuela, Mario Rivas y el Seguro Social, y dotar a la Secretaría de Salud de un modelo de diálisis con equipo nuevo para que los pacientes tengan una diálisis de calidad.

El Estado se ahorraría al año 350,000 lempiras por cada paciente renal que sea trasplantado.

“El paciente se reincorpora a una vida productiva, los niños y jóvenes regresan a estudiar y se les garantiza una calidad de vida, y hay ahorro. El Estado está en deuda, Honduras junto con Belice y Haití son los únicos países de América Latina que no tienen un programa de trasplante formal”, aseguró Calderón.

El nefrólogo añadió que con este programa se harían al año entre 100 y 120 trasplantes de riñón.

Marianella Sierra, directora ejecutiva de la Fundación Luz y Vida (Funluvi), que se dedica a trabajar por los pacientes renales y trasplantados, dijo que a nivel nacional se han hecho unos 100 trasplantes renales entre niños y adultos.

“Desde 2007 que se realizan trasplantes en el hospital Escuela apoyan a estos pacientes. “Hay un equipo multidisciplinario en los hospitales Escuela y Mario Rivas que altruistamente han llevado a cabo este programa”, expresó.

“Esperamos que con el proyecto de ley que introducirá el doctor Umaña en el Congreso Nacional se mejoren los tratamientos de hemodiálisis para los enfermos renales y se realicen más trasplantes”, puntualizó Sierra.

A los 14 años recibió un riñón de un amigo de la familia

A los 14 años, Daniela Ordóñez recibió de su amiga un riñón, y ahora con 27 años acaba de culminar su carrera de Psicología.

Daniela fue diagnosticada con enfermedad renal crónica a los 10 años y estuvo por dos años recibiendo hemodiálisis en el hospital Materno Infantil en Tegucigalpa.

La joven relató a LA PRENSA que su enfermedad era hereditaria, ya que su mamá y su hermana mayor padecían de afecciones renales y ambas fueron trasplantadas.

Fundación Luz y Vida.

“Mi mamá y mi hermana recibieron trasplante de riñón fuera del país, y en mi caso ya no había riñones para mí; pero gracias a Dios encontramos un donador no familiar, fue una amiga de la familia, ella decidió y comenzamos a realizar los exámenes de compatibilidad y solo tenía un 4% de posibilidad de que su riñón funcionara en mi cuerpo, solo teníamos en común el tipo de sangre”, contó. Para Daniela los primeros días fueron muy difíciles ya que el órgano no le funcionaba. “Estuve nuevamente en hemodiálisis para ayudarle al riñón”.

“Estamos propensos a deficiencias de calcio que generan patologías de huesos, malformaciones, dolor, se me dificultaba mucho caminar y cuando ingresé en la Universidad me enfrenté a los retos y empecé a ser más independiente”, dijo.