Yoreños se unieron para tapar más de 1,000 baches

Si usted va a la cabecera de Yoro verá cientos de agujeros tapados con cemento. No fue ninguna autoridad la que hizo reparaciones, fue la propia población que decidió dejar de sufrir y actuar por su cuenta.

“Yoreños unidos por el desarrollo” es una agrupación compuesta por más de 20 jóvenes líderes del municipio que decidieron un día dejar de vivir quejándose en redes sociales y ponerse a trabajar para tapar los baches.Los hoyos estaban por toda la vía y hasta tenían formas peculiares como este corazón.

Su líder es Óscar Chávez y contó a LA PRENSA Premium que un día vio en Facebook el posteo de una foto donde la carretera estaba cundida de hoyos, tal cual la Luna.

Este era el tramo que alguien compartió en Facebook, y que fue el parteaguas para unir y despertar a todo un municipio. Así estaba casi toda la carretera y además de representar un peligro para la población en general, causaba enormes daños a todo tipo de vehículos.

Fue así que Óscar decidió publicar en su perfil que ofrecía los primeros 1,000 lempiras para comenzar a tapar los agujeros sin imaginar que todo el pueblo y el 80% de los negocios del lugar, se sumarían a la causa.

Ellos son los yoreños unidos que se unieron para trabajar, gestionar recursos y poner manos a la obra en el trabajo de bacheo de la carretera RN-23 que en total mide 109 kilómetros de Santa Rita a la cabecera.

Llegaron a recaudar casi un millón de lempiras lo que les permitió comprar equipos como un rotomartillo y una mezcladora y auxiliarse con mano de obra, ya que el trabajo era más pesado de lo que pudieron imaginar. Aún así cumplieron gran parte de su camino. Todavía hay un tramo destruido.

Aunque ha habido esfuerzos sobrehumanos por mantener en buen estado la vía, Yoro tiene los 17 kilómetros de carreteras más horrorosos de la zona norte y quizá del país. Se localizan de la comunidad de El Medio al casco urbano y aunque hay quienes los llenan con tierra, son demasiado.

El próximo arribo de las lluvias es causa de preocupación, ya que la tierra se lava y los hoyos quedan expuestos. Los yoreños piden a sus nueve diputados unirse para que los fondos para esta carretera queden incluidos en el Presupuesto General de la República de 2025.

Después de bajar la Cuesta de Chancaya, yendo desde Santa Rita, hay un tramo hasta El Medio bastante óptimo, no obstante, de ahí en adelante empieza el suplicio donde brincar y rebotar de un hoyo a otro es lo único garantizado.

A lo largo de la ruta se encuentran alguna s persona que viven de tapar agujeros, como la señora María Amaya, su hija Alba Luz y su nieta Dulce María de apenas seis años, quienes todos los días se trasladan desde Santa Rita a buscar hoyos en la carretera RN-23 que conduce a la cabecera.

La señora María Amaya tapa un bache que recién “nació” a la par de uno que fue tapado con cemento. En los municipios de El Negrito y Morazán también han replicado en trabajo de la juventud de Yoro y han tapado muchos agujeros con mezcla de cemento y arena.

Entre 200 y hasta 300 recogen estas heroínas sin capa que al tapar los hoyo con tierra se ganan un dinerito y evitan que los autos caigan perdiendo el control y causando un accidente. Son mujeres ejemplares y trabajadoras.

Otro grupo con similar nombre al de los jóvenes que coordina el señor Danilo Estrada denominado Yoreños Unidos para el Desarrollo ha realizado varias protestas y presiona por su lado a las autoridades de la Secretaría de Infraestructura y Transporte, pero cada vez que van, solo les dan promesas falsas.

Por su lado, ellos presionan a la SIT para que destine un proyecto para Yoro. Creen que el estado de la carretera ha condicionado el desarollo de la cabecera, una pequeña ciudad en relación a El Progreso u Olanchiito.

Uno de los tramos en mejor estado de la carretera de Yoro. El trayecto también se ha opacado por el humo.