20/12/2025
11:05 PM

'Visión de España”

La exposición 'Visión de España', del célebre pintor español Joaquín Sorolla, es extraordinaria. La colección consta de 14 obras maestras de dimensiones que, a mí, espectador ocasional, se me parecieron a las que expone el museo del Louvre, París, de la época del Renacimiento.

    La exposición 'Visión de España', del célebre pintor español Joaquín Sorolla, es extraordinaria. La colección consta de 14 obras maestras de dimensiones que, a mí, espectador ocasional, se me parecieron a las que expone el museo del Louvre, París, de la época del Renacimiento.

    Quiero decir que son verdaderamente grandes, imponentes. Huelga dar medidas, puesto que eso no es lo estrictamente importante en una obra de arte. Es más, me obligo a mencionar una: 'Castilla. La fiesta del pan' mide 351,5 por 1393,5 centímetros. Es verdaderamente imponente contemplar semejante óleo sobre lienzo.

    En mi opinión, lo importante está en el estilo, en el sello y en la belleza que el pintor imprime al lienzo y no tanto en las proporciones, está claro. El maestro Sorolla captura momentos del tiempo y del espacio de la España, no de toda su geografía por cierto, de las primeras dos décadas del siglo XX. Pese a no estar toda España en la obra del artista, sí queda en evidencia el ser del país de aquellos años.

    Las regiones inmortalizadas por el artista son Andalucía, Galicia, Cataluña, Castilla, Valencia, Extremadura, Guipúzcoa, Navarra y Elche. He quedado como niño boquiabierto. Queda en mi interior una sensación de haber estado en un mundo fantástico, luminoso, festivo, folklórico; un mundo de gentes, fiestas populares, devociones, costumbres y diversión.

    'Visión de España' es un banquete de luz y colorido para los sentidos. Placer ante lo maravilloso, goce ante la obra de arte. Cada región llevada al lienzo permanece intacta, incorrupta, cargada de realismo y frescura.

    Sorolla está detrás de la obra, no se le mira, se le percibe derramado en la luminosidad, en los detalles, en los matices y las claves de la obra. Podemos decir, con Martín Heidegger, que 'la obra debe ser abandonada a su puro reposar en sí misma'.

    Y es eso, en verdad, lo que pasa con la plástica de este artista, la belleza de sus cuadros es tal que el arte se sostiene en sí mismo.

    Las obras de Sorolla reposan en sí mismas como monumentos consagrados a la vista, a los espíritus sensibles que admiran con inocencia el lado bello de la vida y de la realidad que nos concierne en cualquier momento de la historia humana. El cuadro que más me impactó, el que marcó profundamente mi espíritu fue 'Ayamonte. La pesca de atún'.