Próximamente se cumplirá el primer decenio de la muerte de nuestra compositora Lidia Handal, quien legó al conglomerado nacional más de 100 composiciones musicales, algunas fueron interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Atlanta, otras fueron grabadas por la RCA Víctor de México, por la compañía Peerles y la XEW de Nueva York. De ellas recuerdo 'Jamás', 'Hablemos', 'El pregón del montañés' y su melodía ícono 'El bananero', que le dio la vuelta al mundo a través de las emisiones en español de Radio Moscú.
En Estados Unidos se le abrieron las puertas y fue admitida como miembro de la Asociación de compositores, autores y editores. Escribió el álbum 'With love from Lidia' editado por Kintel Corporation, que dedicó a su hijo fallecido de cáncer a la temprana edad de 10 años.
Por sus méritos como insigne ciudadana de gran sensibilidad social y artística, doña Lidia se hizo merecedora a muchísimos reconocimientos, como el Premio Nacional de Arte Pablo Zelaya Sierra, con cuya parte fundó el Festival de los Zorzales para apoyar a los cantantes y artistas hondureños. Fue galardonada con la medalla de oro por el Centro Cultural Árabe-Hondureño, con Placa de Oro por el Comité de Asuntos Femeninos de la Fesitranh y se le impuso la Hoja de Laurel otorgada por la Biblioteca Nacional.
Además, el Recital de Otoño de 1978 fue dedicado en su honor por la Cámara Júnior y la Municipalidad de San Pedro Sula. En la portada de su última grabación, 'La canción del recuerdo', un cd producido en Estados Unidos por Pro-Media Studios, Handal escribió: 'Salí de mi tierra hace muchos años, me traje el recuerdo de su cielo, de sus mares y sus montañas. Nací entre el pueblo y recibí con creces su cariño, su estimulo y su apoyo; y entre un ramillete de notas y melodías coloco estas canciones, al pie del terruño, como un tributo, para enviar un mensaje de cariño al pueblo que amo con un estilo romántico'.
El disco se vendió muy poco en el país. Asidua lectora de esta columna, me escribió en cierta ocasión como si fuera para hoy: '...Ojalá contáramos con más hondureños con esa preocupación que tiene usted por el futuro y el desarrollo del país, pero la ola de corrupción que está minando los principios morales, obscureciendo la luz de las ideas, destruyendo la voluntad del pueblo, y sembrando la crisis económica que nos abate, hace difícil practicar el patriotismo e impulsar el civismo como factor de desarrollo del país. Muchas veces, por dar nuestro leal y patriótico apoyo, nos encontramos con mal intencionadas críticas que nos obligan a callar o alejarnos del país'. (sic)
