Siendo el cuerpo humano una unidad armónica, con múltiples órganos que cumplen funciones específicas, de manera coordinada, como un todo integrado a fin de preservar el necesario equilibrio psicofísico, para conservarlo en óptimas condiciones, es necesario su permanente cuidado y preservación, ya que los desequilibrios, sea por factores exógenos o endógenos, conducen a su atrofia, deterioro, eventual colapso.
Recientemente nos hemos ocupado de la salud mental y algunos de sus trastornos, hoy abordamos el sentido de la vista, sin duda el más preciado de todos. Su mantenimiento en condiciones óptimas conlleva la visita periódica al especialista, el médico oftalmólogo, al menos una vez por año, aun si no experimentamos molestia alguna. La prevención debe anteceder a la curación.
Varias de las enfermedades oculares, salvo lesiones traumáticas que requieren de inmediata y urgente atención, avanzan lenta, pero progresivamente, hasta concluir con la ceguera.
Existen instituciones especializadas en los ojos. La Escuela para Ciegos Pilar Salinas, nombrada en homenaje a su fundadora, quien a los 19 años perdió la vista, y el Instituto Franciscano para la Capacitación del No Vidente, son dos ejemplos de las instituciones especializadas que existen en el país para la atención de la población que padece de estas dolencias.
Aquí, en San Pedro Sula, contamos con el Hospital Fraternidad de Ojos, creado por la Fundación Internacional Club de Leones en 1978. De esa fecha al presente, han transcurrido 46 años de proyección permanente a la comunidad local e internacional, ofreciendo servicios de óptima calidad, con aparatos e instrumental modernos, a precios razonables, accesibles a personas de ingresos medios y bajos, a fin de que no sea el costo de la consulta, tratamiento, cirugía, los que inhiban a los y las pacientes de asistir al examen y tratamiento.
Se especializa en cirugía de cataratas, pero también atiende patologías, disponiendo de un pabellón pediátrico para la atención de niños (as) y adolescentes.
Esta institución es un hermoso y testimonio de espíritu de servicio en pro del bien común, de manera por demás altruista y filantrópica, gracias al respaldo del leonismo hondureño y extranjero.
Su ejemplo debe ser secund ado por otras, a fin de proyectarse hacia sus semejantes, sin distingos de posición social, económica, cultural, étnica. “Haz el bien y no mires a quien”. “Hoy por ti, mañana por mí”.
