Religiosidad y civismo

Este sábado en que a lo largo y ancho del país y en varias ciudades de la Unión Americana compatriotas de los credos católico y protestante convergen e integran en las caminatas por la paz

  • Actualizado: 15 de agosto de 2025 a las 23:00 -

Términos ideológicos que lejos de ser excluyentes, se complementan. En efecto, el profesar y practicar una religión no excluye la participación activa en diversos aspectos de la sociedad secular, incluyendo la construcción de ciudadanía, la lucha y defensa de los distintos derechos humanos: económicos, sociales, culturales, la consolidación del sistema democrático.

Ni el creyente ni las instituciones religiosas deben enclaustrarse en burbujas existenciales, aislándose del entorno circundante, con sus dinámicas y conflictividades.

A fin de cuentas, tanto mujeres como hombres somos seres sociales, poseedores de derechos y obligaciones consignadas en la Constitución Política, que nos comprometen a interactuar con la comunidad, aportando voluntades, conocimientos, experiencias, destrezas, en pro del bien colectivo.

La espiritualidad se enlaza con la solidaridad, la devoción y fervor con la praxis.

Este sábado en que a lo largo y ancho del país y en varias ciudades de la Unión Americana compatriotas de los credos católico y protestante convergen e integran en las caminatas por la paz, la unidad y el diálogo fraterno entre los distintos candidatos a la presidencia de la República, no debe inmiscuirse la adhesión o el rechazo a determinado partido político.

Las y los participantes no deben portar vestimentas, insignias, estandartes que los identifiquen como seguidores y militantes de determinada corriente ideológica y política. De hacerlo, estarán desnaturalizando el fin y propósito de la convocatoria coordinada por la Iglesia Católica y la Confraternidad Evangélica.

Debe darse un ejemplo de pacifismo y hermandad; cualquier intento provocador por parte de quienes deseen sabotear las marchas debe ser controlado sin recurrir a la fuerza. Caso contrario, se caería en una trampa que debe ser evitada a toda costa.
Igualmente, todas y cada una de las denominaciones políticas, principalmente aquellas que están en la carrera política, deben respetar el llamado de las cúpulas religiosas a marchar sin distintivo alguno.

La Secretaría de Seguridad ha anunciado que se encarga del orden durante las marchas para neutralizar cualesquier intento agresivo. Así lo anhelamos.

Que sea un hermoso ejemplo de convivencia armoniosa, exento de fanatismos y antagonismos que tanto daño han causado en el divisionismo de la familia hondureña.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias