Cruel y despiadado ensañamiento

Utilizando dispositivos electrónicos y vía redes sociales se envían contenidos cargados de burlas, falsedades y amenazas

  • Actualizado: 28 de abril de 2025 a las 00:00 -

Utilizando dispositivos electrónicos y vía redes sociales se envían contenidos cargados de burlas, falsedades y amenazas con el propósito de acosar, intimidar, atormentar a niñas y adolescentes por parte de sus compañeras y compañeros de escuela o colegio, invadiendo su privacidad, haciéndoles saber que no son bienvenidas o bienvenidos, lo que impacta y daña la salud mental de quienes los reciben, minando crecientemente su autoestima y ego, hasta desembocar en estados agudos depresivos que en ocasiones conducen a resultados fatales: suicidios, sin que los responsables de tales desenlaces sean castigados, evidenciando la falta de controles preventivos en las instituciones educativas, con lo que la impunidad queda fortalecida para continuar reincidiendo.

Las estadísticas confirman que entre los años 2020 y 2025, aproximadamente 275 menores de 18 años, de acuerdo con cifras proporcionadas por Casa Alianza, optaron por quitarse la vida.

Por su parte, el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh) advirtió acerca del incremento de diversas formas de violencia, incluyendo la sexual, en contra de menores, incluso por parte de familiares de las víctimas.

Así, los daños mentales y físicos, sea combinados o separados, constituyen formas delictivas, torturas que dañan y acorralan hasta destruir psique y cuerpo.

La ausencia de comunicación y confianza mutua entre hijos con sus progenitores, la falta de diálogos permanentes, llegan a los extremos arriba detallados.

Además, la falta de supervisión y control por parte de maestros, que no desean o temen represalias para investigar tales casos de acoso, contribuyen al ominoso silencio por parte de las víctimas, que optan por llamarse a silencio, interpretado por los acosadores como miedo extremo, insuperable y paralizante. ¡Han logrado su siniestro objetivo!, decididos a buscar nuevas víctimas para reincidir en los ataques, a sabiendas que no recibirán sanción alguna. En cuanto no se integren las instancias legales con los centros educativos, para poder prevenir y neutralizar estos ciberacosos, estos continuarán aumentando crecientemente, elevando exponencialmente las cifras de vidas truncadas en plena infancia y juventud.

Como sociedad, como autoridades, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante tan compleja problemática que afecta directamente a miles de niños, niñas, jóvenes a lo largo y ancho de nuestro territorio.

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