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Cirujano

  • 27 enero 2020 /

    La instalación de la tercera legislatura del Congreso Nacional abrió, para este año, el camino a la labor legislativa que, como se pudo ver el sábado, por ausencias y presencias, seguirá agitada pues abundan quienes saben que estar en los medios de comunicación o en las redes sociales sirve para no ser olvidados y tener, aunque mínima, alguna posibilidad de otros cuatro años, aunque las iniciativas o participación en los comités sea nula o muy cercana a ella.

    Los titulares de los tres poderes del Estado presentaron su informe para consignar los logros, aunque persisten zonas oscuras hacia las que es necesario dirigir los focos para que la claridad y transparencia sean los ejes sobre los cuales se vayan elaborando con destreza, minuciosidad y visión las estrategias sobre los asuntos más acuciantes del país.

    Labor de cirujano prometió el titular del Poder Legislativo, quien resaltó la necesidad de un sistema electoral a prueba de fuego, el cual, dijo conseguir, “con las reformas más profundas que la historia ha conocido”. Habrá que completar con aquello de que obras son amores, pues los desastres seguidos a las elecciones no son fruto del sistema, de leyes, sino de personas y son estas las que fabrican o intentan crear el gran agujero negro devorador de la confianza y credibilidad en los hondureños.

    El tema, no solo del día, sino de las últimas semanas, estuvo muy presente en los discursos con palabras que no exigieron sinónimos. El presidente del Congreso señaló la necesidad de prevención y castigo de la corrupción. El titular del Ejecutivo, que se refirió a la lucha contra la violencia, a las políticas de generación de empleo, también puntualizó sobre un asunto en el que, como gobernante, tomó una determinación controversial y ampliamente rechazada interna y externamente.

    “Nuestra lucha contra la corrupción no se detiene, nuestra lucha por la transparencia no se detiene” y especificó la necesidad de fortalecer las instituciones hondureñas con buenas prácticas, acompañamiento internacional y participación beligerante de la ciudadanía. La confianza y la credibilidad en las personas e instituciones no se imponen; los hechos van dando frutos que, hasta ahora, no dan la menor señal de ellos.

    Aprovechen esta legislatura, pues la próxima estará plenamente viciada del ambiente proselitista que, si ahora hace estragos, con las urnas a la vista y desbordadas las ambiciones de los candidatos, la involución legislativa, social y ciudadana acelerará el retroceso en lo escasamente logrado hasta ahora.