Las reservas naturales y los bosques nublados requieren gestión activa: vigilancia ambiental, reforestación y ecoturismo responsable. Es clave fomentar educación ambiental y la participación comunitaria en su protección.
Recordando este visionario esfuerzo, sector privado y Gobierno deben comprometerse más, con recursos e incentivos para conservar.
Solo con esfuerzo conjunto aseguramos la sostenibilidad para el futuro.
Para conservar nuestras reservas naturales en Honduras es fundamental fortalecer políticas ambientales y hacerlas cumplir. La deforestación, la expansión agrícola y la urbanización descontrolada son amenazas para ecosistemas clave en biodiversidad y agua potable.
Para finalizar, comparto las áreas protegidas según el decreto 87-87:
Parques nacionales: Montecristo-Trifinio (Ocotepeque); Cerro Azul (Atlántida); Celaque (Lempira); Santa Bárbara (Santa Bárbara); Cusuco (Cortés); Azul Meámbar (Comayagua); Pico Pijol (Yoro); Pico Bonito (Atlántida); Montaña de Yoro (Yoro), y Agalta (Olancho).
Refugios de vida silvestre: Erapuca (Lempira); Puca (Intibucá); Muxcure (Olancho); Montaña Verde (Lempira); Texiguat (El Paraiso); El Armado (El P.); La Muralla (Olancho) y Corralitos (Olancho).
Reservas biológicas: El Pital (Ocotepeque); Guisayote (Ocotepeque); Volcán-Pacayita (Lempira); Opalaca (Intibucá); Misoco (Olancho); El Chile (Fco. Morazán); Yuscarán (El P.); Yerba Buena (Fco. Morazán); Guajiquiro (La Paz); Montecillos (Fco. Morazán); Montaña de San Pablo (Intibucá); El Chiflador (Fco. Morazán); Sabaneta (El P.); San Pedro (El P.); Mogola (Lempira); El Pacayal (El P.); Las Trancas (Fco. Morazán), y El Cedro (Olancho).