Planeta frío

Y en el medio de estos dos grupos, los solteros ya no desean casarse y mucho menos tener hijos. En Honduras en los últimos 30 años, el porcentaje de solteros aumentó del 27% al 40%.

  • 19 de febrero de 2025 a las 23:00 -

Hay un fenómeno creciente en Japón, en el que hombres y mujeres de la tercera edad cometen delitos para ser encarcelados, así se aseguran techo, cama y alimentación. Allí los pequeños robos de comida pueden significar cárcel por dos años. Edad avanzada, soledad y pobreza, una pésima combinación al final de la vida. Este grupo de población se está conceptualizando como una carga económica cada vez más pesada.

A nivel global las personas viven más que antes, pero esto no significa una longevidad saludable. A menudo, envejecer significa más años de vida cargados de enfermedades. La esperanza de vida, o longevidad, aumentó de 79.2 a 80.7 años en las mujeres y de 74.1 a 76.3 años en los hombres entre los años 2000 y 2019, según estimaciones de la OMS. Pero la esperanza de la salud de ese grupo no aumentó de manera correspondiente.

En el otro extremo de la vida, a nivel mundial la tasa de natalidad ha disminuido desde 1950, cuando era de 5 nacimientos por mujer en promedio, hasta 2.3 en 2021. Por debajo de 2.1 el recambio generacional peligra.

Y en el medio de estos dos grupos, los solteros ya no desean casarse y mucho menos tener hijos. En Honduras en los últimos 30 años, el porcentaje de solteros aumentó del 27% al 40%. Los jóvenes ahora parecen enfocarse en proyectos personales. Valoran más su individualidad y son reflejo de la vida de fantasía que ofrecen las redes. Casarse o tener hijos es un lastre que pone en riesgo su concepto de disfrutar la vida. Y tal vez tengan razón con el costo de la vida actual. Es más barato para ellos vivir solos y tener una mascota.

El planeta enfrenta una situación peligrosa. La complejidad mental en la que vive el humano actual es extenuante. El ansia desmedida por acumular, por experimentar, por darle rienda suelta a sus vanos instintos, lo tienen en un estado permanente de inconformidad que lo agotan mentalmente y lo enferman físicamente. Viven al máximo al día, y no tienen un sentido de finalidad.

De tal manera que llegará el momento cuando el planeta esté poblado por viejos, solitarios y enfermos. Habrá pocos niños y muchas mascotas. Y la inteligencia humana agotada, cederá su lugar a la IA. Es una tendencia difícil de revertir.

Será un planeta frío, poco amigable para vivir. Mafalda lo dijo: “¡Paren el mundo que me quiero bajar!”.

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