Entre los relatos más fascinantes de la Mitología Griega está el de Narciso, que era un joven con una llamativa apariencia física. Era hijo de dios Cefeso y Liriope. Se dice que tanto hombres como mujeres quedaban enamorados de él, pero siempre los desdeñaba. Entre las jóvenes heridas por su desdén estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a la diosa Hera y ésta la había condenado a repetir las últimas palabras de todo lo que escuchara. Estaba tan enamorada de Narciso que un día se ocultó tras unos arbustos para verlo pasar. Este notó algo oculto y preguntó “¿Quién está aquí?”, y claro Eco respondió “Aquí, aquí”. Incapaz de verla, Narciso respondió “ven” y Eco salió con los brazos abiertos, repitiendo ven, ven. Narciso cruelmente la desdeñó. Cuentan que fue entonces cuando Eco, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz. Es la explicación de la Mitología Griega del eco, ese que repite nuestras palabras en algunos lugares.
¿Pero qué pasó con Narciso? Los dioses castigaron su engreimiento, haciendo que se enamorara de sí mismo. Así que cuando vio su imagen reflejada en un estanque, quedó fascinado. No pudo separarse de su imagen. Y cuenta la mitología que, tratando de besarla, se arrojó a las aguas y murió ahogado. En ese lugar crecieron las hermosas flores que hoy llamamos narcisos. La palabra narcisista pasó a varios idiomas y se le suele atribuir a aquellos que piensan que son el centro de todo y que acaban enamorados de sí mismos.
Por supuesto no es más que uno de los muchos mitos de la Mitología Griega. La increíble forma en que se contaban el origen de las cosas y de las personas. Son esos antiguos relatos que hoy encontramos entre fascinantes y divertidos. ¿Pero habrá alguna lección en ellos? Algo que usted y yo podamos aprender de estos simpáticos y absurdos relatos. ¿Podrán prevenirnos e impulsarnos a comportamientos humanos más sensatos? En lo personal creo que en pleno Siglo XXI somos capaces de aprender y cambiar. ¿Lo haremos?
LO NEGATIVO: Enfocarnos tanto hacia nosotros mismos, que sintamos que todos los demás deben servirnos.
LO POSITIVO: Encontrar que la felicidad de vivir es enfocarnos hacia los demás, con la actitud de servirles.
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