Hace 26 años, después del paso del huracán Mitch, el Gobierno de Japón se hizo presente en apoyo a la población y la reconstrucción de Honduras, ayuda que continúa en cada desastre.
En 2020, Japón brindó asistencia humanitaria inmediata a las poblaciones afectadas por las tormentas Eta y Iota, proveyendo alimentos y acceso a agua, además de la construcción de infraestructura.
El 19 de noviembre de 2024, el embajador del Japón, Jun Nakahara, y la representante del Programa Mundial de Alimentos (WFP), Stephanie Hochstetter, suscribieron la implementación de un proyecto financiado por Japón por 73 millones de Lempiras.
El “Proyecto para el fortalecimiento de infraestructura productiva resiliente a desastres para comunidades del norte de Olancho y sur de Colón en Honduras” tiene como objetivo fortalecer la resiliencia climática en las comunidades más vulnerables.
Tendrá una duración de 3 años, mejorando la seguridad alimentaria y nutricional de unas 6,500 personas, equivalentes a 1,300 hogares, mediante la implementación de prácticas sostenibles de producción y manejo de riesgos climáticos.
Promoverá el uso de herramientas climáticas avanzadas, como microseguros basados en índices climáticos, para mitigar los riesgos financieros asociados a eventos climáticos extremos.
A partir de agosto de este año, Jica ha sumado un proyecto de cooperación técnica, orientado al desarrollo de un “Plan maestro para el control de inundaciones en la zona norte”.
El 21 de noviembre, el embajador Jun Nakahara y el representante residente de Jica, Atsunori Kadoya, realizaron la entrega de suministros a Copeco como apoyo a las personas afectadas por la tormenta Sara.
Honduras expresa nuevamente desde la adversidad: ¡Muchas gracias, Japón!