El papa Francisco ha otorgado a Honduras la celebración de un año jubilar por el 275 aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa, mismo que ha comenzado ayer 8 de diciembre de 2021 y finalizará el 3 de febrero del año 2023. Pero ¿qué es un jubileo? y ¿qué significado tiene esto para los católicos de Honduras? La celebración de un año jubilar tiene su origen en la Sagrada Escritura, particularmente en Dt 15,1-4. Se trataba de un año de remisión y perdón de deudas económicas a toda la nación. Esto sucedía cada siete años, por lo que a ese tiempo jubilar se le conocía como año sabático, o el “sábado de la tierra”, porque también alcanzaba a las deudas agrarias, aquellos que tuvieran sus terrenos hipotecados podían recuperarlos para que todas las familias volvieran a tener parcelas iguales de terreno productivo. ¡Tierra para los “sin-tierra”, justicia para los desahuciados! En resumen, era un año de misericordia, de oferta de perdón y recuperación.
Por ello, la Iglesia siguiendo esta tradición bíblica tiende a declarar algunos años como años jubilares o años santos. Se trata de un tiempo en que se concede gracias espirituales singulares (indulgencias plenarias) a los fieles que cumplen determinadas condiciones, a imitación del año jubilar de los israelitas. Las indulgencias son un regalo, una expresión de misericordia con la que Dios levanta a la persona que ha caído, pero que quiere, humildemente y con fe, purificarse, liberarse, recibir el perdón. La Iglesia como administradora de la redención, por la autoridad de Pedro dada por Cristo: “Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos”, (Mt 16,19), distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos, esto quiere decir que el Espíritu Santo, a través de su iglesia, nos da constantemente herramientas para alcanzar el cielo. De aquí la suma importancia que la celebración de este Jubileo Mariano tiene para las almas católicas hondureñas, quienes por voluntad de Pedro (papa Francisco), podrán recibir la indulgencia plenaria y bendición papal, siempre y cuando asistan durante este año a la basílica de Suyapa o que, por circunstancias de fuerza mayor, sigan las celebraciones por otros medios y cumplan con los pasos requeridos.
Estos pasos son: 1.- Estar en gracia de Dios y tener total rechazo al pecado (habiéndote confesado); 2.- Asistir a misa completa; 3.- Comulgar; 4.- Orar por las intenciones del Papa ofreciendo un padre nuestro, Ave María y Credo. Como ha recordado el rector de la basílica de Suyapa, el padre Carlo Magno Núñez, estas gracias se nos regalan precisamente en este tiempo del Adviento y justo al iniciar casi un nuevo gobierno en el país, como signos de esperanza para tantas familias que se encomiendan a la intercesión de la Virgen de Suyapa y que durante todo el año estamos seguros llegarán, como es costumbre, a recibir estos regalos que han sido oficialmente otorgados por el Santo Padre”. ¡Que Dios bendiga Honduras y que viva la Virgen de Suyapa!
