El Evangelio nos recuerda: “No lleven bolsa ni alforja ni sandalias” (Lc 10,4). Es un llamado a no aferrarnos a lo que no nos conduce a Dios. A soltar personas, espacios.
Cabe aclarar que la jornada laboral regular es de 40 horas semanales. Pero la pregunta no es cuántas horas trabajamos, sino si aún sabemos para qué lo hacemos.