20/12/2025
11:05 PM

¿Idealista?

Recuerdo la época de estudiante de Medicina en la capital del país, adonde tuve que trasladarme, ya que en nuestra ciudad no se impartía esa carrera.

Francisco Gómez Villela

Recuerdo la época de estudiante de Medicina en la capital del país, adonde tuve que trasladarme, ya que en nuestra ciudad no se impartía esa carrera.

Época difícil, desmoralizante por precaria, llena de dificultades, especialmente económicas. Me gustaba sentarme al atardecer en el balcón del cuarto que alquilaba a ver pasar el tiempo y soñar con un futuro mejor. Hoy, cuarenta años después, aún tengo esa costumbre de soñar, solo que mi balcón da a la montaña, los atardeceres son más coloridos, mi situación totalmente distinta, mucho mejor. Los sueños, en su mayoría, se hicieron realidad. ¿Idealista?
El idealismo es la propensión a presentar las cosas como perfectas o mejores de los que son en realidad, la tendencia a idealizar la realidad.


Los idealistas viven un mundo distinto. Lo fabrican en sus mentes, y es su refugio. Consciente o inconscientemente sus acciones van dirigidas a encontrarse con ellos mismos en un futuro deseado. El idealista tiene un escudo de protección infranqueable contra el desánimo y el pesimismo. Ven vasos llenos. Prefieren sufrir desengaños a pensar mal de las personas.

Caminan entre el caos y el temor erguidos, con la vista fija en su futuro, sin ver hacia los lados.

Nada los amilana, nada les quita el ímpetu. Nada los resquebraja.


Por eso no se derrumban, no caen en el dramatismo, no sucumben al miedo, no hacen coro de la angustia, el pesimismo, el desánimo, la desesperanza, y siempre tienen la certeza que vendrán mejores tiempos.


Por eso, en su mundo no tienen cabida las noticias desalentadoras, los pesimistas disfrazados de “realistas”, los periodistas que venden drama y sospecha, los políticos sin propuestas, las redes sociales llenas de miseria humana, los agoreros de corazón, las personas que viven en el submundo de la tragedia como justificación a su pobre espíritu.


Sin ellos esta civilización estuviera aún viviendo alrededor de fogatas. No habría progreso, no tendríamos el nivel de vida actual. Porque ellos son los inventores, los científicos, los músicos, los poetas, los artistas, que con sus inspiraciones y sueños nos han llevado a esta cúspide de desarrollo.


De ellos se burlan, los ven de reojo, les dicen ilusos, fantasiosos, soñadores, y con razón, son extraños, son optimistas en un mundo donde se destruyen las ilusiones.


¿Soy idealista?, sí. Todos los días vivo en mi futuro deseado, y mis acciones van dirigidas para que venga hacia mí. Evito el histerismo y las voces necias porque ensombrecen mi alma.


Intento vivir en una realidad a mi gusto, a mi tiempo.