Fue Rabindranath Tagore quien nos dijo “no se puede cruzar el océano limitándose a mirar el agua”. Y Jack Canfield nos recomienda estar dispuestos a comenzar, aunque no veamos claro totalmente el camino. Los chinos, en su milenaria sabiduría, nos dicen también, que un viaje de mil millas comienza dando el primer paso.
César Solares, que maneja con mucho éxito los entrenamientos Dale Carnegie en la Ciudad de México, mandó por Facebook un mensaje muy interesante, en el asegura que el plan perfecto sí existe, y que no está en la perfección del diseño, sino en la capacidad de ajustar mientras caminamos. Es como un GPS, que nos marca el rumbo, pero que no puede prever, desde el principio, los desvíos inesperados, la diferencia está en sus ajustes, lo que nos lleva al destino. Sí, en la vida y en los negocios, la perfección está en corregir rápidamente, siempre enfocados a los resultados.
¿Recuerdan al poeta Antonio Machado? “Caminante, son tus huellas el camino y nada más. Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Un viejo axioma de éxito, que no pierde vigencia: “El universo recompensa la acción”. A pesar de ser algo tan sencillo, es sorprendente como algunas personas dedican mucho tiempo al diseño inicial, en lugar de comenzar y corregir en el camino. Una gerente de personal me confió que tiene unas preguntas clave que le permiten saber, sobre los que optan para un trabajo, si son solo habladores o si son hacedores. Y agregó que la experiencia le ha enseñado que “hablan solamente sobre sus conocimientos”. Y cito a John Ruskin: “No importa lo que pensemos o lo que sepamos, lo que importa es lo que hagamos”.
Sebastián Suárez, mi compañero de estudios, decidió establecer un récord subiendo por las escaleras los 44 pisos de La Torre Latinoamericana, por entonces el edificio más alto de la Ciudad de México. Pidió el permiso y se lo concedieron. ¿Su secreto? No en diseñar sobre como subir los cientos de escalones. “Comencé, subí solo un escalón a la vez, me dieron agua en el camino y tuve que tomar pequeños descansos”. ¡Ajustó en el camino y lo logró!
LO NEGATIVO: El plan perfecto no está en la perfección del diseño.
LO POSITIVO: La clave está en nuestra capacidad de ajustar mientras caminamos.