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El fenómeno Sanders, una izquierda renaciente

  • Actualizado: 24 abril 2016 /

Hay muchos políticos que de verdad actún por convicción y no por las donaciones.

Que el social demócrata Bernie Sanders haya recaudado en donaciones de la gente casi la misma cantidad de dinero que la demócrata Hillary Clinton, y que se le haya aproximado a su número de delegados, con todo y sus propuestas políticas diferentes, y que haya ganado un número considerable de estados muestra dos cosas: Uno, que el sistema electoral de Estados Unidos durante la selección primaria, no siempre refleja lo que quiere el pueblo y dos, que hay una izquierda renaciente en Estados Unidos que va más allá del movimiento “Occupy Wallstreet”, aquel que se formó por la necesidad de la gente joven de alzar su voz más allá de los partidos tradicionales (sin éxito), o un Partido del Té (Tea Party, de extrema derecha).

Sanders es la fina muestra de que hay un grupo de gente que está cansada del presunto abuso empresarial y de no poder progresar como quisieran, o como sentían que progresaban antes. Aburridos de no poder ir al médico o enfermarse con tranquilidad, porque sí ya hay un seguro de salud obligatorio pero no alcanza para cubrir los deducibles. Y las pólizas de seguro además subieron en casi todos los sectores. O el estudiante que queda con préstamos estudiantiles y le pagan un salario bajo muy poco acorde a su deuda. O el empleado al que no le suben el sueldo por años, pero ve a sus jefes llegar en autos de lujo que cambian anualmente. O la madre que deja a su bebé de un mes porque como no le pagan la licencia de maternidad no puede ni amamantarlo tranquila porque dejaría de pagar el alquiler de su casa. Tener que trabajar horas extras para vivir una vida digna se resume en vivir para trabajar. Hay demasiada gente en Estados Unidos que vive para trabajar, no trabaja para vivir.

“Hay muchos políticos que de verdad actún por convicción y no por las donaciones”.

Sabina Covo, Columnista

Lo que está claro, y eso lo dice no solo la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, sino también los candidatos republicanos, es que las políticas de Sanders, parecidas a las sociales demócratas europeas, son sumamente difíciles de llevar a cabo en un país como Estados Unidos. Citizens United, esa decisión de la Corte Suprema que permitió que existan los llamados Super Pacs (grupos independientes al candidato que otorgan donaciones generosas a las campañas) y las donaciones de empresas, hacen difícil que haya una independencia absoluta entre nuestros gobernantes y sus decisiones. Hay que dejar en claro que no todos se rigen por eso y que hay muchos políticos que de verdad actúan por convicción y no por donación. Pero cuando hay una reelección de por medio, en el caso de los legisladores, presidentes, gobernadores o alcaldes, las donaciones juegan un papel importante.

Ni el mismo Bernie Sanders, que ha obtenido la mayoría de donaciones de la gente que le da menos de cien dólares, hubiese sobrevivido la contienda sin dinero.

Y pongo un ejemplo sencillo de nuevo con el sistema de salud, hoy día conozco mujeres que, sin el Obamacare o ley de salud asequible de Obama, no se realizaban un examen anual ginecológico por décadas, y ya hoy van a cuidarse su salud todos los años. Pero también entiendo que mucha gente de la clase media que es empleada independiente y no puede comprar las altas pólizas, y no califica para el Obamacare.

Cuando se hizo la ley, las compañías de seguro que donaban a las campañas miles de miles de dólares, se volvieron locas pensando que irían a la quiebra. Hoy, seguramente ganan más que antes. Entonces, ¿quién beneficia a quién? Por eso es que aparecen los Bernie Sanders y sus montañas de seguidores.

*Periodista radicada en Miami, especialista en temas hispanos y de EUA