Su nombre es Bárbara y su mayor problema era la obesidad. Desde pequeña había sido gordita y las razones, según ella, eran que su cuerpo tenía problemas de metabolismo y que su mamá la obligaba siempre a comer demasiado. En su adultez la sobrealimentación continuaba porque su esposo no se ocupaba de ella como debía y sus hijos eran muy desconsiderados.
Todo conspiraba en contra de Bárbara. Su madre, su esposo, sus hijos y hasta su propio cuerpo eran los responsables de su gordura. A pesar de haber probado mil y una dietas y diferentes tipos de ejercicios, su peso más bien aumentaba. Todo empezó a cambiar hasta que se dio cuenta de que su infelicidad y sus problemas de obesidad eran producto de sus elecciones y no de las actitudes de los demás. Cuando reconoció que simplemente comía demasiado, que no hacía suficiente ejercicio y que debía cambiar sus hábitos y elecciones de comida, un panorama diferente comenzó a concretarse en su vida.
Wayne Dyer, quien es el que cuenta esta historia, indica que muchos de los problemas que enfrentamos en la vida desaparecerían si aprendiéramos a responsabilizarnos de nosotros mismos en lugar de echarle la culpa a los demás de nuestras desgracias.
Esta actitud perjudicial bien podría llamarse “El síndrome de Adán y Eva”. Según Génesis 3, cuando Dios increpó a la primera pareja por haber comido del árbol prohibido, ellos, en lugar de arrepentirse e intentar enmendar las cosas, decidieron echarle la culpa al otro de su error.
Adán culpó a Eva y Eva, a la serpiente. En el fondo, ambos culparon a Dios: “La mujer que me diste”, “la serpiente que creaste”. Es evidente que ante las circunstancias adversas es más fácil hacernos la víctima y refugiarnos en el pozo de la autocompasión. Pero ese camino nunca producirá el cambio esperado.
Solo cuando tomamos las riendas de nuestra existencia y nos empecinamos en tomar las decisiones correctas es que podremos alterar positivamente nuestra vida. Al final, lo que importa no es tanto de quién es la culpa sino lo que debo hacer para triunfar sobre los problemas.